El Ministerio de Salud elabora las guías clínicas para la prescripción del ejercicio para el tratamiento de enfermedades crónicas. Así lo adelantó el experto de la División de Políticas Públicas de la cartera sanitaria, Matías Portela, quien indicó que “se está trabajando en un modelo de prescripción de la actividad física junto al Ministerio del Deporte, para que una persona pueda tener una actividad acorde a su situación de salud y bajo la supervisión de profesionales capacitados, que tendrán que aprender a trabajar con pacientes que no están estabilizados o que presentan enfermedades crónicas”.
Portela precisó que se está trabajando para poder implementar en forma piloto este modelo de prescripción médica de la actividad física para diabéticos, dislipidémicos, hipertensos o con síndrome metabólico, en la atención primaria de salud.
El tema fue planteado en el marco de la II Jornada Internacional de Actividad Física para Niños, Niñas y Adolescentes, organizada por los Ministerios de Salud, del Deporte y Educación junto a JUNAEB y la carrera de Kinesiología de la U. San Sebastián.
Niños con buzo hacen más actividad física
Otro de los temas tratados durante la jornada fue los resultados de un estudio realizado por el investigador de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Carlos Cristi-Montero, que señala que los niños que utilizan buzo en vez de uniforme en el colegio realizan más actividad física.
Se trata de un proyecto Fondecyt sobre el impacto de la actividad física en la función cerebral y en los rendimientos cognitivos y académicos de los estudiantes. “Los niños que utilizan uniforme, juegan 9 minutos menos que los que usan el buzo. Y no sólo eso, también tienen un mayor perímetro de cintura y más riesgo de sufrir problemas cardiovasculares”, contó el académico.
En ese sentido, Cristi-Montero recalcó que “el llevar uniforme, limita el rango de movimiento del niño y esto sucede porque lo retan para que no se ensucie o no lo rompa”.
Ley de 60 minutos de Actividad Física
Desde Junaeb, Fernando Concha, secretario ejecutivo del plan “Contrapeso” contra la obesidad estudiantil aseguró que “la intersectorialidad ha sido puesta como uno de los principales desafíos para generar mejores entornos y oportunidades para la población en materia de actividad física”.
Señaló que hay que romper los paradigmas de la enseñanza y por eso se está proponiendo y discutiendo la Ley de al menos 60 minutos de actividad física diaria, que implique ejercicios de intensidad moderada a vigorosa
Esto se justifica por las situaciones que enfrentan los niños y adolescentes inactivos, principalmente en cuanto a sus problemas de aprendizaje, convivencia e integración escolar, salud y otros problemas que no han sido valorados lo suficiente como es la autotestima.
Al respecto, Antonhy Okely, director de investigación de la Universidad de Wollongong, mostró algunas experiencias de países como Australia donde se han implementado pautas de 24 horas en conductas del movimiento en la infancia temprana. Para ello se elaboraron guías con recomendaciones de actividad física, a partir de los estudios y trabajos en conjunto realizados con Canadá y que tienen que ver con aspectos como las horas de sueño o la que pasan los niños frente a las pantallas de televisión, smartphones o tablets.
Elige Vivir Sano
Por su parte, Daniela Godoy, Jefa de la División de Políticas Públicas Saludables y Promoción del Ministerio de Salud, anunció que el gobierno “va a fortalecer el programa Elige Vivir Sano, que coordina todos los planes que previenen la obesidad infantil y adulta, además de las enfermedades crónicas”.
La representante del Minsal dijo que “tenemos un compromiso de aquí a cuatro años, de impulsar un plan nacional de actividad física en conjunto con los ministerios del Deporte, Educación, Salud y Transportes, ya que ellos son claves en la creación de entornos con calidad de vida”.
Sobre este tema, Gilda San Martín, encargada de la Unidad de Gestión Intersectorial del Ministerio del Deporte dijo que “es importante poder generar una oferta programática, principalmente hacia los sectores más excluidos, porque persisten en nuestro país no sólo las brechas de género sino también sociales en el acceso a la actividad física”.
San Martin agregó que el desafío mayor es en la primera infancia y por eso se van a reorientar programas y planes de actividad física además de sus coberturas a nivel parvulario y escolar.
En eso también coincide, Nicolás Aguilar- Farías, investigador y académico de la Universidad de la Frontera, quien planteó el tema de la inequidad social y la brecha de género a través del Reporte de Notas de Actividad Física en Niños, Niñas Y Adolescentes, estudio que incluyó a 38 países y que en el caso de Chile determinó que “2 de cada 10 niños y 3 de cada 10 adolescentes chilenos cumplen con las recomendaciones internacionales sobre actividad física”.
De hecho, nuestro país obtuvo una nota promedio de 3 y reprobó 8 de los diez indicadores medidos, tales como conductas sedentarias, sobrepeso, participación en deporte organizado, entorno escolar, familiar y políticas públicas.
Reducir en 10% la inactividad física al 2025
Zohra Abaakouk, consultora de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Chile afirmó que “la obesidad en la niñez y la adolescencia ha alcanzado proporciones epidémicas en el continente americano”.
Por eso reafirmó el compromiso voluntario de los países que integran la Organización Mundial de la Salud “de reducir en un 10% la inactividad física para el año 2025”.
La representante de la OMS y la OPS en Chile aseguró que quienes realizan al menos 60 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, tienen una mayor capacidad cardio respiratoria, además de resistencia muscular y fuerza. Asimismo, disminuyen los riesgos de que tengan enfermedades cardiovasculares y también son menores los cuadros de ansiedad, depresión y hay un mayor bienestar en la salud en general.