El tipo de cambio se acerca peligrosamente a los $1.000 en medio del fortalecimiento global del dólar, nuevos aranceles de Trump y un brusco retroceso del precio del metal rojo
El viernes pasado fue una jornada marcada por la volatilidad en los mercados financieros chilenos. El principal índice bursátil, el IPSA, cerró con una caída del 3,01%, ubicándose en 7.487,22 puntos, arrastrado por el mal desempeño global de los mercados y el impacto de las tensiones comerciales internacionales. La baja borra parte importante de las ganancias acumuladas durante marzo.
En paralelo, el dólar se disparó $30,15, cerrando en $978,35, su valor más alto en meses, según la Bolsa Electrónica de Chile. El salto se explicó principalmente por la fuerte caída del precio del cobre, que en su cotización de futuros retrocedió 8,89%, hasta los US$4,39 la libra, afectando directamente a la moneda local.
El índice del dólar (DXY), que mide su fortaleza frente a otras monedas, subió un 1,03%, impulsado por datos económicos positivos desde Estados Unidos. El desempleo en ese país se ubicó en 4,2%, mientras que el indicador de empleo NFP sorprendió con la creación de 228.000 puestos de trabajo, muy por sobre las expectativas del mercado.
Además del cobre y el fortalecimiento del dólar, la presión sobre los activos chilenos proviene del anuncio de nuevos aranceles por parte de Donald Trump, quien impuso un 10% de gravamen a productos chilenos, lo que ha generado incertidumbre sobre las relaciones comerciales y las perspectivas de exportación, pese a que se excluyen la madera y el cobre de las medidas.
A eso se suma una respuesta más cauta desde China, que ha comenzado a revisar a la baja sus proyecciones de crecimiento, particularmente en sectores como tecnología y comercio internacional, lo que aumenta el nerviosismo sobre la demanda global de materias primas.
“Aunque Chile logró mantenerse relativamente bien posicionado dentro de la región, la situación se volvió más compleja con la reciente respuesta de China”, explicó Ignacio Mieres, jefe de análisis de XTB Latam.
Por su parte, Felipe Sepúlveda, analista jefe de Admirals, destacó que el fortalecimiento del dólar también responde a un escenario más sólido en EE.UU. “El DXY subió tras conocerse que el NFP superó con creces las expectativas y el desempleo se mantuvo bajo”, apuntó.
El panorama para el peso chileno y los mercados financieros locales sigue siendo incierto, especialmente con nuevas definiciones arancelarias pendientes tanto de Washington como de Beijing. Además, los analistas están atentos a nuevos datos macroeconómicos en EE.UU. que podrían influir en la política monetaria de la Reserva Federal.
“Si surgen declaraciones más restrictivas o proteccionistas, como las del Tesoro estadounidense sobre el cobre, el dólar podría romper la barrera de los $1.000. En cambio, si el tono se modera, es probable que el tipo de cambio se estabilice cerca de los niveles actuales”, señalaron desde XTB.
La próxima semana se espera con atención el comportamiento del cobre, las decisiones de política monetaria global y cualquier señal respecto a las relaciones comerciales entre las principales economías del mundo, elementos clave para el desempeño económico de Chile.