Empresas chilenas ahorran más de $1.300 millones gracias al Acuerdo de Producción Limpia en Economía Circular

La implementación de estrategias sostenibles permitió la reducción de residuos, el uso eficiente de recursos y la optimización de procesos productivos en diversas industrias del país.

Un grupo de empresas chilenas obtuvo la certificación del Acuerdo de Producción Limpia (APL) “Transición hacia la Economía Circular”, impulsado por Acción Empresas, en un esfuerzo por avanzar hacia un modelo productivo más sostenible. La iniciativa logró generar ahorros superiores a $1.361 millones solo en el segundo semestre de 2023, gracias a la reducción de más de 670 toneladas de materias primas e insumos, la gestión de 14 mil toneladas de residuos y la implementación de energías renovables.

La adopción de este APL, suscrito en 2011 con el objetivo de medir y aumentar el grado de circularidad, ha implicado una inversión total de $12.359 millones en mejoras dentro de las instalaciones participantes. Estas acciones no solo han disminuido costos operativos, sino que también han permitido reducir el consumo de agua en 295 mil metros cúbicos, recuperar 15 mil metros cúbicos adicionales y evitar la emisión de 30.669 toneladas de CO₂.

El subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, destacó que Chile se ha convertido en un referente en la implementación de economía circular dentro de las cadenas productivas. «Nuestro país ha avanzado firmemente hacia una economía más resiliente y sostenible, preparada para enfrentar desafíos como la crisis climática y la contaminación. Acciones concretas como este APL, que involucra el compromiso de empresas clave, son fundamentales para seguir en esta dirección», señaló.

Por su parte, Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo, subrayó la importancia de este acuerdo como un precedente para futuras iniciativas en el país. «Este APL nos llena de orgullo porque estamos contribuyendo a políticas públicas en una línea de trabajo compleja, pero esencial. Las empresas participantes han sido pioneras en este proceso, y sus aprendizajes serán clave para que otras industrias repliquen estos modelos sostenibles», afirmó.

Entre las 44 instalaciones certificadas en este APL se encuentran empresas de distintos sectores como Aceros AZA, Aguas Antofagasta, Banco Santander Chile, Cemento Polpaico, Chilexpress, Metro, Gasco GLP, CMPC, Komatsu Chile, Colbún, Virutex Ilko, Masisa y SQM, entre otras.

El reconocimiento a estas compañías fue realizado en la Galería Windsor del edificio Santander, donde se destacó su liderazgo en gestión de residuos, reducción de consumos y uso eficiente de recursos.

Marcela Bravo, gerenta general de Acción Empresas, valoró el impacto del acuerdo «Este hito demuestra el compromiso del sector empresarial con la economía circular, impulsando cambios concretos en sus procesos productivos. La reducción de residuos y el uso de energías renovables reflejan el impacto positivo de este APL en la sostenibilidad del país», indicó.

Desde el Ministerio de Salud, Camila Silva, jefa de la División de Políticas Públicas y Saludables, resaltó la relación entre economía circular y calidad de vida «Disminuir los residuos y aprovechar mejor los recursos tiene un impacto directo en la salud de la población. Como ministerio, apoyamos todas las acciones que promuevan entornos más saludables y sostenibles», comentó.

Como parte del acuerdo, se desarrolló la Guía de Indicadores de Transición Circular 2.0 (CTI), una metodología del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y KPMG, que permite a las empresas medir y mejorar sus procesos en términos de circularidad.

Además, se capacitaron más de 300 personas en economía circular a través de 16 cursos especializados, dirigidos a profesionales, técnicos y gerentes de distintas áreas. También se elaboró la Guía Práctica de Selección de Proveedores Circulares, con lineamientos para evaluar y mejorar la cadena de suministro en función de principios sostenibles.

Gracias al trabajo conjunto entre actores públicos y privados, se elaboró un documento con propuestas para modificar regulaciones y sistemas de información, con el objetivo de fortalecer la circularidad en Chile y acelerar la medición y gestión de la sostenibilidad a nivel nacional.