Fecundidad en Chile sigue en descenso mientras nacimientos de madres extranjeras aumentan hasta un 18,9% en 2022

El país registra una de las tasas de fecundidad más bajas de su historia, mientras que los nacimientos de madres extranjeras se han triplicado en los últimos cinco años, con un fuerte predominio de mujeres venezolanas, peruanas y haitianas.

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó su más reciente informe de Estadísticas Vitales, donde se evidencia una disminución sostenida de la fecundidad en Chile, junto con un aumento en los nacimientos de madres extranjeras.

Según los datos oficiales, en 2022 nacieron 189.303 bebés en el país, marcando un efecto rebote tras la caída en los registros de 2020 (-7,2%) y 2021 (-9,1%), producto de la pandemia. La Tasa Global de Fecundidad (TGF), que mide el promedio de hijos por mujer, llegó a 1,25 en 2022, mientras que las cifras provisionales de 2023 la sitúan en 1,16, alejándose aún más del nivel de reemplazo poblacional de 2,1.

A diferencia de la tendencia general, la cantidad de nacimientos de madres extranjeras ha continuado en alza. En 2017, solo el 6,9% de los bebés nacidos en Chile eran de madres extranjeras, mientras que en 2022 esta cifra se triplicó, alcanzando un 18,9% del total de nacimientos en el país.

En detalle, de los 35.864 nacidos vivos de madres extranjeras en 2022, la mayor proporción correspondió a mujeres venezolanas (20,3%), seguidas de peruanas (10,6%), haitianas (10,0%), bolivianas (8,1%) y colombianas (6,2%). Estas cinco nacionalidades concentran el 55,3% de los nacimientos de madres extranjeras en Chile.

Las regiones con mayores porcentajes de nacimientos de madres extranjeras en relación con el total de nacimientos fueron Tarapacá (47,9%), Antofagasta (40,6%), Arica y Parinacota (38,1%), la Región Metropolitana (26,3%) y Atacama (20,1%). En contraste, las regiones con menor proporción fueron Los Ríos (3,0%), La Araucanía (3,9%) y Ñuble (5,7%).

Estos datos reflejan una transformación demográfica en curso, donde la caída de la fecundidad nacional contrasta con el creciente aporte de la población migrante al número total de nacimientos en Chile.