El cactus Copiapoa, endémico del desierto chileno, es altamente cotizado en el mercado negro internacional, lo que ha llevado a su extracción masiva y tráfico ilegal. En un operativo sin precedentes, la policía italiana desarticuló una red criminal que lo comercializaba, marcando un hito en la lucha contra los delitos ambientales.
A simple vista, el desierto de Atacama, en Chile, parece un terreno árido e inhóspito. Sus suelos resquebrajados y la falta de precipitaciones lo convierten en uno de los lugares más secos del mundo. Sin embargo, entre la roca y el polvo, sobrevive un tesoro natural: el cactus Copiapoa, una especie única que ha logrado adaptarse a las duras condiciones del desierto gracias a la absorción de la niebla costera, conocida como camanchaca.
Con más de 30 especies diferentes, estos cactus, que crecen apenas un centímetro por año, han capturado la atención de coleccionistas de todo el mundo. Su rareza y resiliencia los han convertido en un objeto de deseo en el mercado negro, donde pueden alcanzar precios exorbitantes. Este tráfico ilegal ha provocado su extracción masiva, amenazando su supervivencia en su hábitat natural.
El alto valor del Copiapoa llevó recientemente a un histórico juicio en Italia, donde se desmanteló una red criminal dedicada al tráfico de especies protegidas. En un operativo inédito, la policía italiana incautó cientos de ejemplares extraídos ilegalmente desde Chile, marcando un precedente en la lucha contra los delitos ambientales.
Las plantas, que fueron arrancadas del suelo del desierto de Atacama, tenían como destino coleccionistas europeos dispuestos a pagar miles de euros por cada ejemplar. Las autoridades chilenas y europeas trabajaron en conjunto para identificar y rastrear la red de traficantes, lo que permitió la captura de los responsables y la recuperación de las especies sustraídas.
El comercio ilegal de flora y fauna es una de las principales amenazas para la biodiversidad a nivel mundial. Chile no ha estado exento de esta problemática, especialmente con especies altamente cotizadas como el Copiapoa, que ha sido objeto de saqueo sistemático por parte de redes internacionales de contrabando.
Según estudios de conservación, la mayor concentración de este cactus se encuentra en la región de Antofagasta y Atacama, principalmente en sectores costeros y valles interiores donde la humedad de la camanchaca permite su desarrollo. Sin embargo, su presencia se ha reducido drásticamente en algunas zonas debido al tráfico ilegal y la extracción indiscriminada.
Expertos en conservación han advertido que, de no tomarse medidas urgentes, varias especies de Copiapoa podrían enfrentarse a un futuro incierto. La protección de su hábitat y el fortalecimiento de la legislación sobre tráfico de especies son fundamentales para evitar su desaparición.
FUENTE BBC