El país solo es superado por México en el consumo de palta hass, mientras que las exportaciones del fruto generaron más de US$207 millones en 2024.
La palta sigue siendo una de las frutas favoritas de los chilenos. Según datos actualizados del Comité de Paltas de Chile, el país se ha consolidado como el segundo mayor consumidor de palta hass a nivel mundial, con un promedio de 8,6 kilos por persona al año.
Este consumo solo es superado por México, donde el aguacate es parte esencial de la dieta diaria, con un consumo per cápita de 10,3 kilos al año.
El director ejecutivo del Comité de Paltas, Francisco Contardo, destacó que estos datos reflejan el crecimiento sostenido del consumo interno y la relevancia de este fruto en la alimentación de la población. «Los datos actualizados a 2025 demuestran nuevamente que los chilenos somos amantes de la palta hass y que el consumo a nivel local sigue creciendo a un ritmo sostenido», indicó Contardo. Agregó que esta tendencia «reafirma su importancia en la alimentación diaria de la población, promoviendo así un estilo de vida más saludable».
El aumento del consumo también ha impactado en la comercialización del fruto. En 2023, el consumo promedio en Chile era de 8,2 kilos por persona, lo que significa que en el último año el crecimiento ha sido de 4,87%.
Además, la mayor demanda interna ha hecho que un 45% de la producción de paltas se quede en el país, mientras que el resto se exporta a mercados de Latinoamérica, Estados Unidos, Europa y Asia. Si bien el mercado nacional sigue creciendo, las exportaciones de palta también han experimentado un incremento del 13,7% en 2024, generando US$207 millones FOB en envíos al extranjero, según cifras del Banco Central.
Sin embargo, la palta sigue estando lejos de otros productos estrella de la canasta exportadora de Chile. En comparación, las cerezas alcanzaron US$3.575 millones en exportaciones en 2024, seguidas por la uva de mesa con US$1.281 millones y las manzanas con US$626 millones.
A pesar de esto, el sector paltero ha comenzado a implementar una hoja de ruta desde 2021, enfocada en la sustentabilidad en ámbitos sociales, económicos y medioambientales, alineándose con los estándares de la Agenda 2030 de la ONU.