Coyhaique, Pitrufquén, Nacimiento, Victoria, Osorno y Padre Las Casas se encuentran entre las localidades con peor calidad del aire en la región, según el Informe Mundial sobre la Calidad del Aire 2024 de IQAir. Expertos advierten sobre la urgencia de adoptar medidas estructurales.
Chile se posiciona como uno de los países con mayor contaminación atmosférica en América Latina, con seis de sus ciudades dentro de las 15 más afectadas por la presencia de material particulado fino (PM2.5), de acuerdo con el Informe Mundial sobre la Calidad del Aire 2024, publicado por la empresa suiza IQAir.
El estudio analizó datos de más de 40.000 estaciones de monitoreo en 8.964 ciudades del mundo, evidenciando que Chile ocupa el puesto 62 de 138 países con mayor polución de material en suspensión. Entre las comunas más afectadas se encuentran Coyhaique, Pitrufquén, Nacimiento, Victoria, Osorno y Padre Las Casas, todas ubicadas en la zona sur del país, donde la quema de leña, la deforestación, los incendios forestales, el tráfico vehicular y la actividad industrial han agravado el problema.
“La contaminación del aire en Chile es una problemática ambiental y de salud pública que requiere una respuesta estatal urgente y estructural. Si bien factores naturales agravan el problema, la mayor parte de la contaminación proviene de fuentes antropogénicas, como el transporte y la quema de leña para calefacción y cocina, que en algunas ciudades del sur representan más del 80% del material particulado fino (PM2.5)”, explicó a EFE la vocera de Greenpeace, Silvana Espinosa.
El informe revela que Chile ocupa el sexto lugar en el ranking de 28 países de América Latina con mayores niveles de contaminación, solo detrás de Perú. A nivel global, aunque la concentración promedio anual de material particulado en Chile se redujo de 18,8 microgramos por metro cúbico (µg/m³) en 2023 a 16,6 µg/m³ en 2024, el país aún está lejos del estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 5 µg/m³.
Espinosa advirtió que la falta de acceso a sistemas de calefacción limpios perpetúa la crisis ambiental y sanitaria, exponiendo a la población a niveles peligrosos de contaminación. “A pesar de las dificultades económicas y estructurales, no se puede seguir postergando la implementación de políticas que protejan la salud de la población y reduzcan la carga ambiental de la contaminación”, enfatizó.
La vocera de Greenpeace hizo un llamado a las autoridades a tomar medidas urgentes, señalando que la situación “demanda voluntad política, coordinación intersectorial y un enfoque basado en justicia ambiental, donde las comunidades más afectadas sean las primeras en beneficiarse de soluciones reales y efectivas”.