Tras un mes de paralización, sindicatos de tripulantes, armadores y patrones alcanzaron un acuerdo con la mediación del GORE, logrando retomar la actividad pesquera.
Luego de cuatro semanas de negociaciones, el Gobierno Regional de Atacama logró mediar en el conflicto que mantenía en tensión al sector pesquero de Caldera, permitiendo la reactivación de la actividad. La disputa, que enfrentó a los sindicatos de tripulantes, armadores y patrones, se originó por los costos asociados a la operación del zarpe del jurel, debido a las restricciones impuestas por la actual Ley de Pesca.
La legislación pesquera vigente, conocida como “Ley Longueira”, establece cuotas de extracción con costos elevados, lo que obliga a los pescadores a pagar para poder trabajar. La cuota global de extracción del jurel en Atacama es de 7.550 toneladas, una cantidad que las flotas de Caldera pueden capturar en menos de un mes. Para extender su actividad, los trabajadores han debido recurrir a la compra de cuotas del sector industrial o a la denominada “cuota china”, generando tensiones en la distribución de costos dentro de los sindicatos.
Ante la falta de consenso, los representantes del sector solicitaron la intervención del Gobierno Regional de Atacama, permitiendo llegar a un acuerdo que desbloqueó el conflicto y facilitó el regreso a las labores pesqueras.
El presidente del Sindicato de Tripulantes de Caldera, Enzo Checura, destacó la relevancia del sector, que genera alrededor de 700 empleos directos. “Nosotros como tripulantes tenemos que pagar para poder trabajar. Hay abundancia de jurel en Atacama, pero la única forma de pescarlo es comprando cuotas. Por eso recurrimos al Gobierno Regional, con quien venimos trabajando hace años, para reducir los costos de operación del zarpe”, explicó.
Por su parte, José Miguel Aguirre, presidente del Sindicato de Patrones y Motoristas Cerqueros, subrayó la particularidad de la pesca cerquera en Chile. “No hay otra actividad donde se deba pagar para poder trabajar. Nos hemos tenido que adaptar a la legislación. En esta instancia, el rol del gobernador ha sido clave, porque nos permitió generar un puente con la industria para atenuar los costos para los pescadores. Además, le solicitamos un programa de apoyo para la pesca cerquera de Caldera, que esperamos cuente con el respaldo del Consejo Regional”, señaló.
El gobernador regional, Miguel Vargas, valoró el diálogo como herramienta para llegar a una solución. “El Gobierno Regional de Atacama siempre estará enfocado en resolver los problemas que afectan a los distintos sectores productivos de la región. En el caso de la pesca de cerco, la flota llevaba más de un mes sin salir a faena porque no había acuerdo sobre la fórmula de pago de la cuota traspasada por el sector industrial. Finalmente, logramos establecer una distribución más equitativa de los costos: los tripulantes pagarán menos, mientras que los armadores y la pesquera que compra el jurel asumirán una mayor proporción”, explicó.
Además, Vargas subrayó que el fondo del problema es la baja cuota autorizada para la pesca artesanal, una situación que esperan abordar con la tramitación de la nueva Ley de Pesca.
El gobernador también resaltó el trabajo del GORE Atacama en la implementación de programas de apoyo para diversos sectores productivos, como la pesca artesanal, la pequeña agricultura, crianceros, turismo, pequeña minería y emprendimiento.