El Plan Nacional de Cáncer Infantoadolescente 2023-2028 del Ministerio de Salud busca aumentar la tasa de supervivencia al 60% en 2030, fortaleciendo la detección precoz y la cobertura universal.
Cada año, alrededor de 400.000 niños, niñas y adolescentes en el mundo son diagnosticados con cáncer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En América Latina y el Caribe, se reportan cerca de 29.000 nuevos casos anuales en menores de 19 años, de los cuales 10.000 fallecen a causa de la enfermedad, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Chile ocupa el sexto lugar en Latinoamérica en incidencia de cáncer infantil, con una tasa estimada de 14,2 casos por cada 100.000 menores de 19 años. A nivel nacional, el cáncer infantoadolescente es una de las principales causas de muerte en esta población, con una tasa de mortalidad de 1 por cada 100.000 menores de 19 años, una de las más bajas de la región.
Para enfrentar esta problemática, Chile se sumó a la Iniciativa Mundial de la OMS sobre Cáncer Infantil, cuyo objetivo es aumentar la tasa de supervivencia al 60% para el año 2030 en niños y adolescentes de 0 a 19 años. Mientras que en países de ingresos altos más del 80% de los casos se curan, en países de ingresos medianos y bajos la tasa de supervivencia puede descender hasta el 20%.
Desde el 28 de febrero de 2024, Chile cuenta con el Plan Nacional de Cáncer Infantoadolescente 2023-2028, alineado con el marco de trabajo CureAll Americas de la OPS. Este plan establece 50 hitos y 72 indicadores, con ejes en centros de excelencia, cobertura universal, regímenes de tratamiento y evaluación y monitoreo, para garantizar un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.
Entre 2007 y 2019, la tasa de incidencia en Chile fue de 13,4 casos por cada 100.000 menores de 15 años, mientras que en Atacama fue de 13,8 por cada 100.000. Durante el mismo período, en la región se registraron 127 casos, representando el 1,94% del total nacional.
El Seremi (s) de Salud, Mauricio Bertoglia Calvetti, señaló que el cáncer infantil sigue siendo un desafío nacional y regional. Actualmente, las Garantías Explícitas en Salud (GES) aseguran la cobertura para el diagnóstico y tratamiento de todos los tipos de cáncer en menores de 15 años, incluyendo leucemias, linfomas, tumores sólidos y del sistema nervioso central de crecimiento rápido. En el sistema público de salud Fonasa, el copago es cero.
Bertoglia agregó que es fundamental la detección temprana, ya que un diagnóstico precoz aumenta considerablemente las posibilidades de recuperación.
El cáncer infantil es difícil de diagnosticar en sus etapas iniciales porque sus síntomas son inespecíficos. Para abordar esta problemática, en 2023 la OPS, junto a St. Jude Children’s Research Hospital y Childhood Cancer International, lanzaron la campaña «En tus manos», destinada a sensibilizar a padres, cuidadores y educadores sobre los principales signos de alerta:
- Pupila blanca o estrabismo de nueva aparición (retinoblastoma).
- Dolor de cabeza persistente, mareos, vómitos y cambios en el comportamiento (tumor cerebral).
- Aumento de volumen en el abdomen (tumor de Wilms, linfoma, neuroblastoma, sarcomas).
- Inflamaciones o bultos en cualquier parte del cuerpo (linfoma, sarcomas).
- Sangrado recurrente de nariz o encías (leucemia).
- Moretones o erupción de pequeñas manchas rojas o moradas sin causa aparente (leucemia).
- Palidez, fatiga o letargo persistente (leucemia y otros tipos de cáncer).
- Pérdida de peso inexplicable, fiebre o sudoración nocturna (leucemia, linfoma).
- Dolor óseo y articular (tumor óseo, leucemia).
El GES 14 cubre el cáncer infantojuvenil, estableciendo tiempos máximos de espera para garantizar una atención oportuna:
- Diagnóstico en 14 días para leucemias y 30 días para linfomas y tumores sólidos.
- Inicio de quimioterapia en 24 horas tras la confirmación médica.
- Radioterapia en 10 días desde la indicación del especialista.
- Cirugía oncológica en 14 días tras la confirmación diagnóstica.
- Primer control en pacientes con leucemia dentro de 7 días tras finalizar el tratamiento, y en linfomas y tumores sólidos dentro de 30 días.
Este beneficio permite a los pacientes de Fonasa recibir atención en CESFAM, CECOSF y hospitales públicos, mientras que quienes están en Isapre pueden atenderse en clínicas privadas.
El acceso a un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno es clave para mejorar la sobrevida y calidad de vida de niños, niñas y adolescentes con cáncer. Ante cualquier sospecha, es fundamental acudir a un centro de salud y consultar con un especialista.
Para mayor información, está disponible el fono Salud Responde al 600 360 7777.