Hace seis años, Francisca Dinamarca Galleguillos (25), exalumna del Liceo de Música Hugo Garrido Gaete de Copiapó, emprendió un viaje a Argentina con el sueño de perfeccionarse en el clarinete. Apoyada por su profesor Carlos Cabrera González, la joven decidió trasladarse a Buenos Aires, donde actualmente forma parte de destacadas orquestas académicas y sinfónicas, consolidándose como una de las figuras emergentes en la música clásica en el país trasandino.
«Mi experiencia estudiando aquí ha tenido altos y bajos, pero con muy buenos resultados que he ido obteniendo poco a poco en los seis años que llevo en Buenos Aires. Fue mi profesor del Liceo de Música, Carlos Cabrera, quien me incentivó a seguir con el clarinete y me ayudó a viajar y conocer Buenos Aires junto al profesor Carlos Céspedes, quien fue solista en la Orquesta del Teatro Colón», comentó Francisca.
Tras su llegada a Buenos Aires, comenzó sus estudios en la Licenciatura en Música con orientación en Clarinete en la Universidad Nacional de las Artes. Paralelamente, se integró a la Orquesta Sinfónica Juvenil Libertador San Martín, lo que marcó el inicio de su trayectoria en diversas agrupaciones musicales.
Entre los ensambles en los que ha participado, destacan la Banda Sinfónica de Vientos del Sur, la Orquesta Escuela del Conservatorio Astor Piazzolla y la Orquesta Sinfónica Amadeus. Sin embargo, su mayor logro llegó en 2022, cuando fue seleccionada para formar parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional Libertador San Martín, una de las más prestigiosas del país.
En agosto de 2024, esta orquesta la llevó a cumplir otro de sus sueños: realizar una gira por Tokio, Japón, donde ofrecieron dos conciertos. «Fue una experiencia única e inolvidable, que me emociona mucho recordar», señaló Francisca.
Actualmente, la clarinetista también forma parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Teatro Colón, donde recibirá formación especializada durante los próximos dos años. «En esta orquesta tendré clases con docentes que son solistas de las dos orquestas del Teatro Colón: la estable y la filarmónica. Es una oportunidad única para aprender de músicos de primer nivel», agregó.
Para Francisca, su formación en el Liceo de Música Hugo Garrido Gaete de Copiapó fue clave en su desarrollo como músico. «El Liceo de Música de Copiapó es y será un lugar de formación muy importante en la vida de los estudiantes, independientemente de si deciden o no ser músicos, porque entrega herramientas fundamentales para cualquier camino que elijan», expresó.
Destacó que haber aprendido desde temprana edad sobre ensambles y trabajo en orquesta le permitió adaptarse con éxito a la exigente realidad musical de Buenos Aires. «Saber desde cuarto básico lo que es una banda y desde séptimo lo que es una orquesta me permitió un excelente desempeño para tocar en los espacios en los que hoy participo», afirmó.
Finalmente, la clarinetista envió un mensaje a las nuevas generaciones de estudiantes del Liceo de Música: «Es muy importante tener un lugar como el Liceo de Música de Copiapó, para que las futuras generaciones sepan que sí se puede seguir adelante con los sueños, que estudiar música es posible y que tenemos todas las herramientas para hacerlo. El liceo fue fundamental en mi vida, y siempre llevaré ese aprendizaje conmigo».