La jornada regional permitió fortalecer el trabajo intersectorial y preparar la implementación del Plan de Acción 2024-2030, orientado a abordar integralmente el fenómeno del consumo de sustancias psicoactivas.
Coordinadores de SENDA Previene de las comunas de Chañaral, Diego de Almagro, Caldera, Copiapó, Huasco, Vallenar y Tierra Amarilla se reunieron en Copiapó para participar en la jornada regional “Gestión Comunal y Modelo de Gobernanza”, organizada por la División Territorial de la Dirección Nacional de SENDA.
La instancia, liderada por la Directora Regional de SENDA Atacama, Martha Palma Pizarro, tuvo como objetivo fortalecer el trabajo territorial y planificar el 2025 bajo el marco del Plan de Acción 2024-2030 de la Estrategia Nacional de Drogas, diseñado para prevenir el consumo de drogas y abordar sus consecuencias sociales y sanitarias.
La jornada incluyó una evaluación de la implementación del Modelo de Gobernanza del Plan de Acción y permitió compartir experiencias entre las comunas participantes. Según explicó la coordinadora de SENDA Previene Caldera, Marjorie Ancalipe Iturra, esta capacitación les entregó herramientas claves para gestionar e implementar las políticas públicas a nivel local, destacando la relevancia de los municipios como actores principales en la prevención y rehabilitación.
El Plan de Acción 2024-2030 incluye ocho objetivos estratégicos, 42 medidas intersectoriales y 123 acciones prioritarias, enfocadas en prevenir el consumo de drogas, reducir sus consecuencias y disminuir las desigualdades que genera el uso de sustancias en las poblaciones más vulnerables.
La estrategia fue presentada por la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, junto a la directora nacional de SENDA, Natalia Riffo, y se centra en aspectos como la prevención a nivel escolar y barrial, el fortalecimiento de la red de tratamiento, la sostenibilidad de los procesos de recuperación y el abordaje de fenómenos emergentes, como las drogas sintéticas.
El Plan establece un modelo de gobernanza para coordinar su implementación a nivel territorial, promoviendo esfuerzos conjuntos entre el Estado y la sociedad civil. La gestión local y el compromiso de los gobiernos municipales son clave para alcanzar los objetivos planteados, que incluyen la consolidación de redes de tratamiento, estrategias de comunicación de riesgo y el fortalecimiento de la gestión del conocimiento.