La encuesta incorpora por primera vez el trabajo doméstico no remunerado y peligroso, visibilizando realidades que no se consideraban en mediciones anteriores.
Las autoridades regionales presentaron los resultados de la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) 2023, que después de 11 años entrega una nueva visión sobre el trabajo infantil en Chile. En esta vocería participaron la Seremi de Desarrollo Social y Familia, Verónica Rivera Reynoso; la Seremi de la Mujer y Equidad de Género, Fabiola Gallardo Torres; y la Seremi (s) del Trabajo y Previsión Social, Dissa Castellani Martínez.
La encuesta, liderada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia en colaboración con el Ministerio del Trabajo, el Ministerio de la Mujer, la OIT y UNICEF, introduce una medición más completa al incluir el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado en condiciones peligrosas, alineándose con los estándares internacionales y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La EANNA 2023 se aplicó a 17.659 niños, niñas y adolescentes (NNA) entre 5 y 17 años. Según sus resultados, el 5,4% de los NNA (177.971) realiza trabajo infantil remunerado en ocupaciones económicas. Además, el 11,2% (366.678) lleva a cabo tareas domésticas y de cuidado no remuneradas en condiciones peligrosas, un tipo de trabajo que no había sido medido en 2012. En total, el 15,5% de los NNA (507.800) realiza algún tipo de trabajo infantil, incluyendo un 1,2% que combina ambas formas de trabajo.
La encuesta evidencia diferencias de género, edad y territorio. Los niños y adolescentes hombres tienen mayor prevalencia en trabajos remunerados (6,6% frente al 4,2% de las niñas), mientras que las niñas enfrentan una mayor carga en tareas domésticas y de cuidado no remuneradas y peligrosas (12,3% frente al 10,1% de los hombres).
En términos etarios, la mayor incidencia de trabajo infantil se encuentra en el grupo de 9 a 14 años (20,1%), seguido por niños de 5 a 8 años (9,2%) y adolescentes de 15 a 17 años (14,3%). Territorialmente, el trabajo infantil es más prevalente en áreas rurales (22,1%) que en urbanas (14,7%). En áreas rurales, el trabajo remunerado triplica al de las urbanas (13,1% frente al 4,5%), aunque no se observan diferencias significativas en las tareas domésticas y de cuidado peligroso.
La Seremi de Desarrollo Social y Familia, Verónica Rivera, destacó que esta medición permite actualizar las políticas públicas y proyectar apoyo desde una perspectiva de equidad. Explicó que la encuesta visibiliza realidades importantes, como la carga horaria de los niños, niñas y adolescentes, que puede afectar su asistencia escolar.
La Seremi de la Mujer, Fabiola Gallardo, subrayó cómo los resultados reflejan la división sexual del trabajo desde la infancia y la necesidad de romper con estas desigualdades para permitir igualdad de oportunidades para niños y niñas.
Por su parte, la Seremi (s) del Trabajo y Previsión Social, Dissa Castellani, resaltó la importancia de las condiciones de trabajo decente para los padres y tutores, señalando que su ausencia puede agravar el problema. Destacó la Estrategia Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y herramientas como las Oficinas Locales de la Niñez para reducir estas brechas.