El proyecto financiado por el Fondo de Investigación Pesquera y Acuícola (FIPA) logró importantes resultados en el monitoreo de la biodiversidad, recursos hidrobiológicos y la participación comunitaria en la Región de Atacama.
La Reserva Marina Isla Chañaral (RMICHA), ubicada en la comuna de Freirina, Región de Atacama, continúa destacándose como un área clave para la conservación de la biodiversidad marina, gracias a los esfuerzos conjuntos de entidades públicas, privadas y la comunidad local. En el marco de un programa piloto de vigilancia ambiental, liderado por Sernapesca y financiado por el Fondo de Investigación Pesquera y Acuícola (FIPA), se presentaron resultados que subrayan la importancia de esta área protegida.
El proyecto evaluó las condiciones bioecológicas, oceanográficas, socioeconómicas y de gobernabilidad de la reserva. Los hallazgos revelaron el buen estado de los recursos hidrobiológicos clave para la pesca artesanal, así como la abundancia de especies asociadas a los bosques de macroalgas, destacando el huiro palo. Además, las Áreas de Manejo de Reservas Bentónicas (AMERB) aledañas también mostraron una riqueza significativa de recursos.
Claudio Ramírez, Director Regional (S) de Sernapesca Atacama, valoró la calidad de la información generada por el proyecto, destacando que permite tomar mejores decisiones para la administración de áreas protegidas junto a las comunidades locales.
Una encuesta aplicada a actores locales reveló que el 83% de los consultados está familiarizado con las gestiones realizadas por Sernapesca y el Comité Consultivo de la reserva, y un 87% percibe mejoras en sus ingresos económicos gracias a la existencia de la RMICHA. Además, la totalidad de los encuestados mostró interés en recibir más información y participar activamente en la gestión de la reserva.
Los resultados también destacan la percepción de que la RMICHA ha favorecido el desarrollo económico y turístico, gracias a actividades como el avistamiento de cetáceos y otras especies marinas.
El Comité de Administración de la reserva, liderado por la Dirección Regional de Sernapesca, incluye la participación de representantes de Subpesca, CONAF, SAG, Sernatur, la academia, organizaciones de pescadores artesanales, guías turísticos, pueblos originarios y la comunidad local. Esta estructura ha permitido una gestión integral, facilitando la colaboración entre diferentes actores para proteger el área y fomentar su desarrollo sostenible.
Ramírez subrayó que la protección y vigilancia conjunta de la reserva ha sido clave para mantener su buen estado bioecológico, además de destacar el alto interés de la comunidad por involucrarse en su administración, un aspecto crucial para la gobernanza de la RMICHA.