Un avance consistente hacia la autonomía y la sostenibilidad en la gestión hídrica de las comunidades rurales en el desierto más árido del mundo.
Ni el caliente sol de fines del 2024, ni las enormes distancias del territorio regional detuvieron a las y los dirigentes, operarios y administradores que llegaron puntuales para recibir su certificación en la ceremonia que tuvo lugar en la sede Vallenar de la Universidad de Atacama (UDA).
Se trata de un esfuerzo articulado entre la Universidad de Atacama (UDA) y la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del Ministerio de Obras Públicas, se llevó a cabo la ceremonia de cierre del curso “Operación y Mantención de Servicios Sanitarios Rurales de Agua Potable”.
Este programa capacitó a 55 dirigentes, operarios y personal administrativo de Comités de Agua Potable Rural (APR) de la región de Atacama, con actividades realizadas en Vallenar y Copiapó.
Esta certificación más que la finalización de un curso, marcó el inicio de una nueva etapa en la gestión del agua en la región de Atacama. En sus manos no solo había diplomas, sino el compromiso con un recurso que define vidas.
Mauricio Guaita, seremi del MOP, presente en la ceremonia no ocultó su entusiasmo y dio cuenta de lo que representaba ese momento. “Hoy relevamos el rol de las personas que administran nuestros comités, destacando que nunca es tarde para aprender cosas nuevas. Este curso ha puesto en valor la juventud, la experiencia comunitaria y los talentos de cada participante, reafirmando nuestro compromiso como ministerio no solo con la infraestructura, sino también con la calidad y capacidad de las personas”, aseveró el jefe regional del MOP.
A su lado, Luis Verdugo, director Regional de Obras Hidráulicas, asentía. Para él, este curso fue un puente hacia la sostenibilidad, permitiendo “avanzar en la implementación de la ley 20.998, que otorga mayor autonomía a los comités. La satisfacción de los participantes refuerza nuestro compromiso de continuar estos procesos el próximo año”.
Experiencias y aprendizajes desde la comunidad
La capacitación permitió a las y los participantes compartir sus experiencias y reflexionar sobre los desafíos que enfrentan en sus comunidades. Gilda Ángel Arenas, del comité de Totoral, recordaba los días de capacitación. «Fue intenso, pero aprendimos a transmitir la importancia del agua. Ahora, nuestra comunidad está más consciente», compartió. A su lado, Teresa Gutiérrez, de Amolana Vizcaya, sostenía el diploma con ambas manos. «La claridad con la que nos explicaron las nuevas normativas me da confianza para guiar a mi comité», dijo.
Cada dirigente tenía su propia historia, sus propios desafíos. Ana Vallejo, presidenta del comité de Totoral, habló de cómo la ampliación del servicio beneficiará a más personas en sectores aislados como Perales y Bellavista. «Con buena gestión, esto es posible», afirmó, dejando entrever un brillo de orgullo en sus ojos.
Una alianza con propósito
La capacitación de los comités APRs de Atacama, enmarcada en la colaboración entre la Dirección de Obras Hidráulicas y la UDA, trasciende la transferencia de conocimientos técnicos. Es un ejemplo concreto de cómo la gobernanza y el desarrollo regional encuentran un punto de convergencia en la gestión sostenible del recurso hídrico, el bien más escaso y estratégico del desierto más árido del mundo.
La directora de Formación Continua de la universidad pública regional, Alejandra Tello Zamorano subrayó el compromiso institucional en este desafío: «Nuestra universidad entiende el agua como un motor para el desarrollo comunitario. Estamos aquí para articular conocimientos, formar liderazgos y garantizar que estos comités tengan las herramientas que necesitan», afirmó.
La colaboración de la interinstitucional planteó una fórmula sencilla que consistió en juntar saberes técnicos con las realidades comunitarias. Pero detrás de esa simpleza estaba la clave para transformar desafíos en oportunidades. «El agua es nuestro desafío más grande, pero también nuestra responsabilidad más grande», así lo resumió Judith Castañeda Jiménez, subdirectora de Servicios Sanitarios Rurales.
Desafío regional
La sintonía de las acciones refiere a la Estrategia Regional de Desarrollo Atacama (ERDA) 2024-2034 y el Plan de Desarrollo Estratégico (PDE) 2021-2025 de la UDA que subraya la relevancia del agua potable como eje transversal del desarrollo sostenible. Estas directrices no solo identifican la necesidad de ampliar y construir infraestructura hídrica como prioridad, destaca también la necesidad de robustecer la gobernanza para enfrentar la creciente variabilidad climática y la demanda por equidad en el acceso al agua.
El desafío hídrico en Atacama no es un problema aislado, sino un síntoma de una crisis global que exige enfoques innovadores y resilientes. La experiencia de los comités, fortalecida por programas de formación, ilustra el camino hacia un modelo de gobernanza más participativo.
Los comités, armados con conocimiento y voluntad, regresaron a sus territorios. Allí estaban el esfuerzo, el aprendizaje y una visión clara: que el agua no falte nunca, ni hoy ni mañana. En este contexto, las y los dirigentes de los comités de APR emergen como agentes de cambio y líderes locales de la gestión sostenible de recursos estratégicos.