La V Encuesta Nacional de Violencia contra las Mujeres mostró una disminución en la violencia psicológica y física a lo largo de la vida, pero destacó la persistencia de otros indicadores preocupantes.
Este martes, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, junto a la subsecretaria de Prevención del Delito, Carolina Leitao, y la alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino, presentaron los resultados de la V Encuesta Nacional de Violencia contra las Mujeres en la comuna de Quinta Normal.
El estudio, realizado entre noviembre de 2023 y mayo de 2024 con una muestra de 10.990 mujeres mayores de 15 años, reveló que un 20,3% de las encuestadas sufrió al menos un tipo de violencia psicológica, física o sexual en el último año, reflejando una leve disminución de 1,4 puntos porcentuales en comparación con 2020.
En lo que respecta a la violencia a lo largo de la vida, el porcentaje de mujeres que declaró haber sido víctima pasó de 41,4% en 2020 a 33,4% en 2024. La violencia psicológica mostró una baja significativa: 18,5% en el último año, frente al 20,2% registrado en 2020.
Por su parte, la violencia física se mantuvo estable en el último año, con un 3,5%, aunque disminuyó a lo largo de la vida, pasando de 15,5% en 2020 a 10,9% en 2024. En cuanto a la violencia sexual, los resultados no presentaron variaciones significativas respecto a mediciones anteriores.
Uno de los puntos destacados fue el aumento de denuncias por violencia física, que subieron de 29% a 37,4% en cuatro años. En contraste, la denuncia por violencia sexual disminuyó de 16,3% a 12,1%. Entre las principales razones para no denunciar, un 17,1% señaló que “no fue algo serio”, mientras que un 15,6% afirmó desconocer que podía realizar una denuncia. La desconfianza en el sistema también apareció como motivo relevante, con un 12,1% de respuestas.
Por primera vez, el estudio incluyó la medición de violencia gineco-obstétrica, que corresponde a maltratos en el marco de la atención en salud sexual y reproductiva. Este indicador alcanzó un 29,6% de las encuestadas. Además, la violencia económica fue actualizada y se registró en un 9,9%. En zonas rurales, el estudio mostró una mayor incidencia de violencia psicológica, alcanzando un 29,8%, 3,6 puntos porcentuales más que en sectores urbanos.