La Junta de Vigilancia de la Cuenca del Río Huasco y sus Afluentes (JVRH) lideró una inspección en la planta de tratamiento de Nueva Atacama, buscando garantizar el cumplimiento de los estándares de calidad del agua y atender las inquietudes de los usuarios de la cuenca.
En el marco del programa de monitoreo de calidad de aguas, profesionales de la Unidad de Calidad de Aguas de la JVRH realizaron una inspección a la planta de tratamiento de aguas servidas de Nueva Atacama en Freirina. La visita respondió a las preocupaciones de los usuarios del Canal Bellavista y del Tramo IV, tras detectarse altos niveles de coliformes totales en monitoreos previos.
Jadranka Milovic, ingeniera ambiental de la Unidad de Calidad de Aguas de la JVRH, destacó que durante la inspección se constató el estado preliminar del agua tratada. “El agua tratada se presenta limpia, sin material flotante ni olores, lo cual es un buen indicador. En las próximas semanas tomaremos muestras en puntos cercanos al efluente y en la cuenca del río para garantizar el cumplimiento normativo”, aseguró.
Por su parte, Paulo Rubio, jefe del Departamento de Depuración de Nueva Atacama, señaló que la planta cumple con el Decreto Supremo 90, Tabla 1, que regula las descargas al río Huasco. “Este estándar asegura un tratamiento adecuado de las aguas, particularmente en la etapa biológica, donde se degrada la materia orgánica para garantizar la calidad del efluente”, explicó.
El presidente del Directorio de la JVRH, Juan Pablo Espinosa, reafirmó el compromiso de la organización con la protección de la calidad del agua en la cuenca. “Nuestro objetivo es garantizar a los usuarios y comunidades que estamos tomando las medidas necesarias para proteger el agua del río Huasco. Estas inspecciones nos permiten realizar un monitoreo riguroso y trabajar en conjunto con las empresas responsables para cumplir los estándares exigidos”, sostuvo.