Valle del Huasco celebra el Día Mundial del Olivo destacando tradición y sabor

Olivicultores locales mostraron su trabajo en una jornada que resaltó el patrimonio agrícola de la región.

El sábado 23 de noviembre, el Valle del Huasco se convirtió en el epicentro de la celebración del Día Mundial del Olivo, un evento organizado por la Asociación Atacama Rural en colaboración con la Asociación Gremial Agrícola de la Provincia del Huasco (AGAH) y el Fondo ProOlivo. Este encuentro reunió a olivicultores, emprendedores y amantes del olivo para compartir la riqueza cultural y gastronómica que ofrece esta tradición centenaria.

La jornada permitió que destacados productores de la región exhibieran sus productos derivados de la aceituna, como aceites de oliva y creaciones innovadoras. Entre los expositores destacados estuvieron Ángel Ponce (AZZAIT), Robinson González (Payantume), Hernán Albiña (aceite Albiña), Roberto Bruzzone (aceite Bruzzone), Violeta Villalobos (Violive), Comercializadora J&V Limitada y Bonin Pett. Estos productores no solo mostraron la calidad de sus productos, sino también el impacto que la olivicultura tiene en el desarrollo económico y cultural del valle.

El Fondo ProOlivo ofreció un espacio educativo para los asistentes, presentando la historia del olivo en el Valle del Huasco y las actividades realizadas en 2024. Los participantes aprendieron sobre los procesos de cosecha, la clasificación de las aceitunas por calibres y las diferencias en el tratamiento para aceite y para mesa, destacando la importancia del olivo como patrimonio agrícola regional.

Gabriela Trigos, gerente del Fondo ProOlivo, expresó su entusiasmo por la jornada: “Estamos reunidos para celebrar y homenajear el olivo, un árbol noble y tradicional del Valle del Huasco. Invitamos a nuestros usuarios para mostrar sus productos y esperamos repetir esta actividad el próximo año”.

Por su parte, Genaro Briceño resaltó la importancia de esta celebración: “Es una instancia para proyectar nuestra cultura, patrimonio y tradiciones, destacando el aceite de oliva, las aceitunas y nuestra cueca. Es gratificante ver el espacio que se les da a los agricultores y emprendedores”.

El chef Mikel Zulueta, invitado especial, también compartió su experiencia: “He estado en las tres versiones de esta fiesta y he visto la evolución y el sacrificio que hay detrás. Este valle es maravilloso, con tantos productos como aceitunas, quesos de cabra y una agricultura vibrante. Me voy con el corazón lleno y con ganas de regresar pronto”.

El Día Mundial del Olivo no solo fue una celebración de tradición, sino también una reafirmación del compromiso de la región con el desarrollo sostenible y la promoción de su patrimonio agrícola. El evento permitió a los asistentes aprender, compartir y valorar el esfuerzo detrás de cada producto, fortaleciendo los lazos entre la comunidad y su entorno.