El mandatario destacó la importancia de aprobar los recursos para el sector cultural y alertó sobre las consecuencias de un rechazo en el Congreso.
En medio de la discusión por la Ley de Presupuesto 2025, el Presidente Gabriel Boric expresó su preocupación por la posibilidad de que la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo, enfrente una salida de su cargo si no se aprueban los recursos destinados a su cartera.
Durante una actividad en la Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA), Boric enfatizó la necesidad de que el Congreso apruebe el presupuesto asignado al sector cultural, indicando que «la cultura no es el vagón final de cola del tren que se llama Chile». El mandatario señaló que la ministra Arredondo ha liderado importantes esfuerzos para garantizar que la cultura reciba el financiamiento adecuado, pero advirtió que un rechazo pondría en riesgo la implementación de políticas clave para el desarrollo artístico y cultural del país.
El Presidente reiteró su compromiso de destinar el 1% del presupuesto nacional a la cultura, una meta que ha defendido desde su campaña. «Estamos comprometidos con que la cultura sea un pilar fundamental en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva», señaló.
Por su parte, la ministra Carolina Arredondo manifestó su disposición a trabajar estrechamente con los parlamentarios para asegurar la aprobación de los recursos. “La cultura es un motor de desarrollo y cohesión social, y necesitamos el apoyo del Congreso para seguir avanzando en iniciativas que fortalezcan nuestro patrimonio y fomenten las artes en todo el país”, afirmó.
La partida destinada al Ministerio de las Culturas ha enfrentado obstáculos en el Congreso, generando tensiones en la discusión presupuestaria. La comunidad artística y cultural ha expresado su respaldo al gobierno, destacando la importancia de un presupuesto robusto que permita el desarrollo de programas e infraestructura para el sector.
El debate continuará en los próximos días, mientras el Ejecutivo busca asegurar los recursos necesarios para garantizar que el sector cultural no quede rezagado en las prioridades nacionales. La resolución de esta disputa presupuestaria marcará un punto crucial para las políticas culturales en Chile en el año 2025.