Una investigación liderada por Valeria Razmilic, doctora en Ciencias de la Ingeniería con especialización en Ingeniería Química y Biotecnología de la Universidad de Chile, ha revelado el potencial anticancerígeno de los lazo péptidos, moléculas extraídas de bacterias del desierto de Atacama. Este estudio podría marcar un hito en el desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer.
Los lazo péptidos son moléculas sintetizadas por bacterias y compuestas por aminoácidos, similares a las proteínas, pero de menor tamaño. Su estructura única forma un anillo con una cola de aminoácidos que pasa a través de él, asemejando un lazo. Esta conformación les otorga una alta resistencia a temperaturas y enzimas, características que los hacen ideales para estudios farmacéuticos.
«Su resistencia a condiciones biológicas y abióticas los convierte en compuestos prometedores, especialmente por sus actividades antibióticas, anticancerígenas y antivirales», señaló Razmilic.
El desierto de Atacama, conocido por sus condiciones extremas, alberga una rica diversidad de microorganismos que han desarrollado adaptaciones únicas. La investigación de Razmilic se centró en identificar y producir lazo péptidos en bacterias aisladas de esta región.
El estudio logró identificar seis bacterias productoras de estos péptidos, entre las cuales tres corresponden a variantes no descritas previamente en la literatura científica. «La bioinformática ha sido clave para descubrir estas moléculas y explorar su potencial terapéutico», afirmó la investigadora.
Este proyecto abre la puerta al desarrollo de compuestos que podrían ser utilizados en la industria farmacéutica para combatir el cáncer y otras enfermedades. La estructura y resistencia de los lazo péptidos les confieren ventajas significativas frente a otros compuestos bioactivos.
La investigación finalizada en abril de este año representa un avance significativo para la biotecnología y la farmacología. Además, destaca el potencial de los recursos naturales de Chile en el desarrollo de soluciones innovadoras para problemas de salud globales.
El trabajo de Razmilic demuestra cómo los entornos extremos pueden ser una fuente invaluable de compuestos únicos con aplicaciones biotecnológicas y terapéuticas, marcando un camino prometedor en la ciencia chilena y mundial.
FUENTE; DIARIO USACH