La región de Atacama, conocida por su aporte significativo a la economía nacional a través del royalty minero, continúa experimentando un rezago en áreas esenciales como salud, educación y conectividad. La parlamentaria Sofía Cid ha alzado la voz para exigir que el presupuesto 2025 otorgue a la región la prioridad que merece, afirmando que los aportes de Atacama no se reflejan en mejoras concretas para sus habitantes.
Comunidades como Freirina y Alto del Carmen muestran índices de desarrollo que destacan la falta de inversión en servicios básicos. Cid denuncia que, a pesar del alto aporte minero, los recursos no regresan a la región en forma de beneficios tangibles. “A pesar de todo lo que nuestra región aporta en royalty, esos recursos no se ven reflejados en mejoras concretas para nuestras comunas,” expresó la parlamentaria, quien anteriormente había propuesto que el 100% del royalty minero permaneciera en Atacama, medida que fue rechazada en el Congreso.
Con el presupuesto 2025 en discusión, Cid ha anunciado su compromiso de insistir en la inclusión de recursos que permitan revertir el rezago de Atacama. “Vamos a insistir en que estos recursos se traduzcan en cambios reales: pavimentar rutas críticas, asegurar internet en centros de salud y escuelas, e implementar talleres de capacitación junto a empresas locales para crear empleos directos y sostenibles,” señaló, subrayando la urgencia de destinar inversiones que mejoren la calidad de vida de los habitantes.
Cid finalizó su declaración de forma enfática: “No estamos pidiendo favores, solo que Atacama reciba lo justo por su contribución. Estas medidas no pueden esperar más; nuestra gente merece ver avances concretos en su vida diaria.”
La demanda de Cid refleja el sentimiento de muchos atacameños que, a pesar de vivir en una región que impulsa gran parte de la economía nacional, sienten que no se les da el reconocimiento ni los recursos que necesitan para desarrollarse. En un contexto donde el presupuesto 2025 definirá las prioridades de inversión, las comunidades de Atacama esperan que sus necesidades sean finalmente escuchadas y atendidas.