La cotización del mineral de hierro, indispensable para la producción de acero, atraviesa un momento crítico debido a la debilidad de la economía china, el principal consumidor global de esta materia prima. China, que compra el 75% del mineral de hierro que circula por el mundo, ha sido durante décadas el motor de la demanda global, impulsada por su rápido crecimiento industrial y urbanístico. Sin embargo, la desaceleración económica y la crisis inmobiliaria que enfrenta actualmente han reducido significativamente el consumo de este metal, lo que ha provocado una caída abrupta en su precio.
Según expertos, el precio del mineral de hierro, que se encontraba entre los 90 y 100 dólares por tonelada en la primera semana de octubre de 2024, ha caído en torno a un 50% respecto a su máximo histórico de 212 dólares alcanzado en 2021. Ole Hansen, responsable de estrategia en materias primas de Saxo Bank, señala que el fin de la expansión inmobiliaria china ha llevado a una reducción en la demanda de acero y, por ende, de mineral de hierro. A este contexto se suma el aumento en la capacidad de producción de las mineras, lo que ha generado un exceso de oferta en el mercado global.
China, que en su momento disparó la demanda global de mineral de hierro a niveles sin precedentes, ahora enfrenta una acumulación de millones de unidades vacías en su sector inmobiliario. Esto ha dejado en evidencia el fin de su capacidad para impulsar crecimiento económico a través de la construcción, generando una posible recesión prolongada en dicho sector, según Ewa Manthey, experta en commodities de ING.
El desplome del precio ha afectado notablemente a gigantes de la minería como Rio Tinto, BHP, Vale y Fortescue, que habían expandido sus operaciones y obtenían grandes beneficios del auge de la demanda de hierro en China. A pesar de los beneficios pasados, estas compañías ahora enfrentan un escenario desafiante debido a la sobreoferta y la caída en la demanda.
La crisis del mineral de hierro es un reflejo más de la creciente incertidumbre económica en China y de los retos globales que enfrenta la industria minera, al depender de la volatilidad del mercado y la fluctuante demanda de uno de sus mayores consumidores.