La presencia de la camanchaca, una niebla característica de la costa del norte de Chile, ha despertado interés por su potencial para cosechar agua en territorios áridos como la Región de Coquimbo, afectada por la desertificación y el cambio climático. Investigadores del Centro Científico CEAZA, como el Dr. José Rutllant, han abordado esta temática durante el seminario “Agua de niebla, una fuente no convencional de recursos hídricos en zonas áridas”, destacando el uso de atrapanieblas para captar agua de la niebla y su relevancia en áreas con escasas precipitaciones.
El Dr. Rutllant explicó que los cambios climáticos pueden alterar la altura y concentración de la niebla, lo que afectaría los diseños de atrapanieblas. Además, señaló que aunque los diseños tradicionales tenían solo un 10% de eficiencia, los avances permiten mejorar su rendimiento orientándolos según la dirección del viento.
Por su parte, el Dr. Jaime Cuevas, también del CEAZA, investigó el papel de especies nativas como el copao y el corontillo, que logran captar grandes cantidades de agua de niebla, superando las precipitaciones anuales en áreas como Canela y Majada Blanca. Estos estudios sugieren que el uso de atrapanieblas naturales, mediante la recolección del agua atrapada por la vegetación, podría ser una solución complementaria para proyectos de pequeña escala, como el consumo doméstico o el riego en comunidades agrícolas.
Ambos científicos concluyen que el desafío a futuro radica en desarrollar sistemas eficaces para captar el agua atrapada por las plantas y dirigirla a reservorios, lo que podría beneficiar a las zonas afectadas por la escasez hídrica.