Un total de 30 personas, entre ellas 15 mujeres, se certificaron como instaladoras eléctricas Clase D a través de los cursos impulsados por el Ministerio de Energía y ejecutados por la Universidad de Atacama. Esta formación, acreditada por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) y ChileValora, les permite realizar instalaciones eléctricas certificadas. La iniciativa busca no solo fortalecer el capital humano en el sector energético, sino también reducir las brechas de género en una industria históricamente dominada por hombres.
La certificación de las 15 mujeres participantes es un paso importante hacia la equidad de género en el ámbito energético, tradicionalmente masculinizado. Con esta acreditación, las mujeres podrán desempeñarse como instaladoras eléctricas, lo que abre nuevas oportunidades laborales en un sector clave. Romina Gallo Pastén, una de las egresadas, expresó su satisfacción al ser contratada por la empresa Jotabeche SPA, donde ahora es una de las pocas mujeres trabajando en el área.
El programa también ha brindado a profesionales como Ronald Saavedra Droguett, trabajador de la empresa SOLTEC, la oportunidad de obtener la licencia SEC, lo que ha mejorado sus perspectivas laborales. Saavedra destacó la importancia de esta certificación para cumplir con los requisitos exigidos por su empresa, especialmente en procesos de licitación. Del mismo modo, Adán Soto Vázquez, ingeniero industrial y gestor de compras, valoró cómo el curso complementó su experiencia en instalaciones fotovoltaicas, permitiéndole realizar instalaciones completas.
La Seremi de Energía, Yenny Valenzuela, subrayó que esta iniciativa forma parte de la Política Energética Nacional, que busca preparar a la región de Atacama para los desafíos energéticos del futuro y avanzar hacia la descarbonización de la matriz energética para 2040. Además, Valenzuela destacó el rol clave de estos cursos para reducir las brechas de género en la industria.
Pablo Guerrero González, coordinador de ChileValora, enfatizó la importancia de desarrollar estos procesos de certificación en las regiones, adaptados a las necesidades locales y promoviendo la inclusión, especialmente de las mujeres.
La Universidad de Atacama, a través de su Dirección de Formación Continua, ha sido fundamental en la implementación de estos programas. Alejandra Tello Zamorano, directora de la unidad, resaltó el impacto positivo que estos cursos tienen en la empleabilidad de las personas certificadas, contribuyendo al desarrollo de la región de Atacama y mejorando la calidad de vida de los participantes.
Con un total de 1.500 becas a nivel nacional, este tipo de formación técnica permite que personas de diferentes regiones tengan acceso a nuevas competencias laborales, abriendo oportunidades de desarrollo profesional en el sector eléctrico.