En las cercanías del límite de las comunas de Copiapó y Tierra Amarilla existe la denominada “Formación Quebrada Monardes”, un depósito paleontológico donde se desarrollaron las primeras investigaciones científicas en la zona, a cargo del investigador Manuel Suárez, y desde donde se extrajo un resto fósil hace cuatro décadas, el cual quedó resguardado en las bodegas del Museo de Historia Natural en Santiago.
Y si bien a principios de los años noventa se realizaron análisis geológicos del área y la estratigrafía de la zona -esto es, la caracterización vertical y horizontal de las rocas para determinar el orden y momento de tiempo geológico de cada una de ellas-, durante todos estos años la pieza había podido ser analizada solo preliminarmente.
Pero este año eso cambió. Un grupo de científicos de diversas áreas pudo realizar una exhaustiva evaluación del fósil, a través de un estudio de bioestadística, cuyos resultados fueron publicados en la base internacional de investigaciones científicas ScienceDirect.
El paleontólogo copiapino Omar Vicencio explicó la investigación: “Hicimos este análisis y comparamos con distintas vértebras de otros ornitópodos, con vértebras caudales de la colita de los iguanodontios y se pudo reconocer que efectivamente, con base matemática, era un registro iguanodontio. Estos dinosaurios, si bien son bastante abundantes en el hemisferio norte, en el hemisferio sur eran reconocidos principalmente por huellas, o sea, en esa edad hay registros en Magallanes, pero son de una edad geológica mucho más reciente”.
Fuente:Sitio:Soychile.cl