Entre cerros, desierto florido y cactus de especies originarias, al norte de la comuna de Vallenar se desarrolla un proyecto que silenciosamente y sin conocimiento de la generalidad de los habitantes de la Provincia del Huasco trabaja con niños, niñas y adolescentes del espectro autista. Se trata de la Fundación Laberinto De Luz, que trabaja en una granja autogestionada con base en la zooterapia para las infancias del espectro autista y por supuesto, con sus familias.
Hace pocas semanas, invitando a distintos actores públicos expusieron sus terapias con alpacas y caballos encabezadas por sus fundadores.
Se trata del matrimonio compuesto por Barbara Barraza y Alfonso González quienes, junto con exponer los avances de sus educandos, expusieron a las autoridades sus angustias frente a la continuidad del proyecto debido al ingreso al Sistema de Evaluación Ambiental del proyecto Corinto Solar, no en una zona cercana sino inmediatamente al lado de sus dependencias.
La granja lleva seis años de funcionamiento dedicada a terapias a infancias con espectro austista con caballos, alpacas, conejos, gallinas, chanchos, entre otros animales. Al respecto de su fundación y haciendo un llamado a apoyar su labor se refirió Alfonso González Galleguillos. “Viajando dos veces a la semana para terapia ocupacional a La Serena, quedando en panne en uno de los viajes, nos pidió la terapeuta que se tenía que pagar igual la hora, por lo que nos dimos cuenta que nuestro hijo solo era un lucro”, siendo en esa ocasión, que como padres decidieron prepararse “para dar nosotros mismos las terapias. Nos capacitamos y logramos en un año que nuestro hijo pasará de un autismo nivel 3 a un autismo de alto funcionamiento, luego nos fueron recomendando y empezaron a llegar más familias que nos obligaron a adaptar nuestras terapias ya que cada niño necesita una terapia diferente pero en base a las metodologías y ambientes natural de Laberinto de Luz así nos constituimos como fundación.”
Corinto Solar, relacionada con la consultora ambiental, SGA, presentó por segunda vez el proyecto “Parque Fotovoltaico Corinto Solar” ubicado en las comunas de Vallenar y Freirina, Región de Atacama.
De acuerdo al Estudio de Impacto Ambiental (EIA), el proyecto contempla la construcción y operación de un parque fotovoltaico que contendrá dos lotes (de 73,6 MW y 160,3 MW, respectivamente), y será conectado a una línea de transmisión eléctrica.
El parque tendría una capacidad nominal de 234 MW, abarcando 265 hectáreas.
La energía sería transportada mediante una Línea de Alta Tensión (LAT) de 220 kV (30km), para luego ser inyectada al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en laSubestación Nueva Maitencillo existente.
Cada lote del parque contará con un sistema de almacenamiento de energía mediante baterías de ion-litio, o más conocidas como Baterías de Almacenamiento de Energía (BESS, por sus siglas en inglés).
Los reparos que se formulan dicen relación con los trabajos antes del inicio de operaciones y que evidentemente van a alterar el normal funcionamiento de la Fundación y sus terapias, tanto por los movimientos de tierra, la gran afluencia vehicular y los fuertes ruidos. La zooterapia requiere de animales en un ambiente tranquilo tal y como el que se encuentran hoy y que se vería gravemente alterado.
Sobre medidas de mitigación, se informan solo ideas generales e intentos reiterados, más de una docena de visitas de la empresa a la casa de la familia fundadora en búsqueda de que la Fundación acceda a suscribir un documento que no garantiza nada y es que según el titular del proyecto ellos no serían los responsables de ejecutar verdaderamente el proyecto sino que únicamente lo elaboran, al menor costo posible y solo una vez que logran obtener la tan codiciada RCA pueden ofertar el proyecto a una empresa con solvencia económica para comprometer medidas de mitigación de la envergadura que requiere su emplazamiento al lado de la Fundación.
En ese escenario la Fundación Laberinto de Luz prefiere no tener encallado un proyecto virtual que finalmente se niega a comprometer eficientes medidas de mitigación y de compensación por cuanto solo se busca una aprobación ambiental al menor costo posible sin preocuparse por la convivencia y el entorno, refieren sus fundadores.
“Somos la única fundación en la provincia que realiza este trabajo. No hay servicios públicos ni estatales que hagan algo similar y las familias esperamos que el Estado, en vez de autorizar un proyecto que claramente destruirá este esfuerzo y atentará contra el desarrollo de nuestros niños y niñas, se ponga de nuestro lado y nos proteja. No por nosotros, sino por ellos, los niños, niñas y jóvenes que nuestra sociedad necesita desarrollar e incluir porque representan una visión del mundo necesaria para que el resto aprendamos que la vida es más que este desarrollismo, mucho más que esta forma de normalizarlo todo, de creer que existe lo neurotípico y lo otro, sin comprender realmente que la riqueza está en asumir la diversidad y la neurodivergencia que nos enlaza a todos por igual”, señalan sus fundadores.
Fuente: el Noticiero del Huasco