¿Cómo reconocer el síndrome boca, mano, pie?

 

            Frente al aumento de casos del síndrome “boca, mano, pie” en la región, desde el Servicio de Salud Atacama hicieron un llamado a la prevención de esta enfermedad. Virus denominado Coxsackie que afecta mano-pie-boca y se caracteriza por la presencia de lesiones vesícula-ulcerativas en boca, manos, planta de los pies y glúteos.

Síndrome que afecta principalmente a los niños en edad preescolar y escolar de forma esporádica por lo que es importante tener en cuenta que los niños menores de siete años son los más afectados. Tal como lo detalla la enfermera del Servicio de Salud, Francisca Bichara: “Se transmite fácilmente entre niños por contacto directo con las lesiones y gotitas generadas al hablar, toser, estornudar, además del contacto con las deposiciones de la persona contagiada. No todos los niños presentan el mismo grado de severidad, y la mejora promedio es de 7 a 10 días, pero el mayor riesgo de contagio está en pequeños que asisten al jardín infantil, debido a su fácil transmisión”.

Con respecto a los principales signos y síntomas está la fiebre, dolor de garganta, perdida del apetito, malestar general y sarpullido: ampollas pequeñas caracterizadas por manchas rojas planas que comienzan a aparecer en boca, parte inferior de las mejillas, palma de las manos y dedos, planta de los pies y glúteos. “Una o varias partes del cuerpo pueden presentar sarpullido en fase aguda inicial durante los primeros días extendiéndose por unos siete días aproximadamente, Posterior a aquello se produce un proceso de descamación de 1 a 2 semanas posterior al inicio del cuadro que es común e inofensiva” detalló Bichara.

Un médico puede diagnosticar que él o la paciente tiene la enfermedad de mano, boca, pie basado en un diagnóstico clínico y se puede detectar el virus en las heces a través de un examen de laboratorio.

En el caso de personas sintomáticas, el tratamiento consistirá en abordar los síntomas y seguir indicaciones médicas que generalmente están dirigidas a:  ingerir abundantes líquidos para mantener la hidratación, disminuir la fiebre y disminuir molestias.

 

Finalmente, como medidas de prevención, Bichara indica que están condicionadas directamente a:

  • Lavado permanente de manos, antes y después de ir al baño, de cambiar pañales y de preparar alimentos.
  • Reforzar lavado de manos en los niños y cuidadores.
  • Dentro de lo posible, realizar cambio de pañal con guantes. Siempre lavarse las manos a posterior.
  • Reforzar higiene respiratoria en niños (cubrir su boca y nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar, desechar el pañuelo en un recipiente de desechos y posteriormente realizar higiene de las manos, o como alternativa, toser/estornudar en el antebrazo)
  • Diariamente realice desinfección de superficies de uso diario a (incluyendo juguetes). Con solución de jabón, enjuagarlos y luego desinfectar con solución agua clorada al 0,5%.
  • Revisar diariamente a las niñas y niños para detectar signos y síntomas de la enfermedad y consultar oportunamente al Centro de Salud.
  • No tocarse los ojos, la nariz y la boca si no se ha lavado las manos.
  • No utilizar los cubiertos, maquillaje y objetos de personas que podrían estar contagiadas.
  • Evitar dar besos o abrazos a personas desconocidas.