Chao Carbón: la campaña que busca mejorar la situación en Huasco, una zona de sacrificio donde los responsables “no han hecho ningún compromiso”

La ciudad de Atacama es una zona de sacrificio en la que la ciudadanía sufre los efectos de la contaminación y ha sido excluida del plan de descarbonización.

En otro capítulo de Tu Nuvo ADN, Andrea Obaid conversó con Sara Larraín, del Programa Chile Sustentable y Presidenta del Directorio, sobre la campaña de descarbonización ‘Chao Carbón’ en Huasco y los objetivos que se plantean frente a las complejidades que sufre la comuna en la región de Atacama.

Las últimas semanas han estado marcadas por la contaminación en diferentes zonas. Algunos de los casos más conocidos son los de Quintero y Puchuncaví, pero lo cierto es que hay más zonas de sacrificios que se ven afectadas en contaminación ambiental, influyendo directamente a la población nacional.

Huasco es una de ellas, pero que se enfrenta a un escenario bastante particular debido a que no es considerado dentro de los planes y campañas empleadas para revertir la problemática, las cuales se enfocan principalmente en el cierre de empresas y compañías.

A modo de contextualización, la invitada explicó que para el año 2019 “teníamos 28 centrales a carbón. Estaban concentradas en Tocopilla, Mejillones, Huasco, Quintero – Puchuncaví y Coronel.

“Obviamente, por la intoxicación masiva reiterada (…) esto entró en una situación de crisis”, enfatizó, aludiendo a los diferentes tipos de contaminantes y efectos que las carboneras, consideradas directamente “culpables de 1/4 de las emisiones del país”.

 

Asimismo, a modo de reacción, señaló que “había que ir directamente a estas cinco comunas” para buscar soluciones; “cuatro de las cuales estaban saturadas y tenían planes de descontaminación”.

Siguiendo esta línea, conforme a las diferentes medidas y políticas de Estado anunciadas, al día de hoy se han cerrado diferentes empresas de este rubro, aún con metas por cumplir. Se tiene como objetivo “cerrar todas las carboneras” al año 2040. Esto, tras una negociación que aplazó la fecha límite inicial.

De igual manera, más allá de los compromisos por parte de las entidades involucradas, Larraín hizo hincapié en que “las mismas empresas empezaron a adelantar sus cierres” por la presión de diferentes actores medioambientales y la propia ciudadanía. “No hemos llegado todavía al año 2025 y ya se han cerrado 11, prácticamente la mitad. Eso es muy bueno”.

Además, mencionó que para el 2025, la fecha límite establecida en los acuerdos, “están comprometidas otras nueve. Es decir, al 2025, donde se habían comprometido siete, ahora vamos a tener 20 cerradas o reconvertidas”.

Por otra parte, apuntó que “quedan otras ocho rezagadas”, cuestionando que hasta el momento “no han hecho ningún compromiso” con miras a buenas noticias para el futuro.

La compleja realidad en Huasco

A pesar de que el escenario a nivel general es optimista, Huasco es una de las zonas de sacrificio que de alguna manera ha sido excluida del plan de descarbonización que se ejerce a nivel nacional. Es por esto que no se ha concretado ningún cierre ni se ven mejoras respecto al tema.

Frente a esto, la representante de Chile Sustentable indicó que el escenario “es complicado, porque Huaco tiene cinco centrales, las cinco Guacolda. Era una de las 15 centrales a carbón que tenía AES”.

“AES, en 2021, en vez de señalar que iba a cerrar o reconvertir, las vendió a un grupo nacional de inversiones que se llama Capital Advisors. Y este grupo no ha comprometido absolutamente nada. Es la única zona donde no se ha cerrado ninguna central”.

Efectos en la salud

“En Huasco, el último estudio científico que se hizo, y que se publicó el 2019 por la Universidad Católica, establece que morir de tumores malignos de tráquea o bronquitis y pulmón en Huasco tiene un nivel mucho mayor que en el resto del país”, detalló la especialista refiriéndose a las afecciones reales que sufren los habitantes de la zona.

“En el caso de riesgo de enfermedades vinculadas a asma tiene aproximadamente un 497% sobre la media del país. Lo mismo ocurre con el riesgo de sufrir enfermedades cerebrovasculares; en Huasco es 381% mayor respecto al país”, complementó.

Bajo este contexto Sara Larraín explicó el porqué se denominan zonas de sacrificio, “porque el nivel de sufrimiento de las enfermedades y riesgos de morir en estos lugares es mayor que para el resto de los chilenos”.

Chao Carbón

Como principal adversidad de cara a las soluciones concretas destaca el hecho de que Huasco no está incluido dentro del cronograma de descarbonización, lo que significa que la comunidad seguirá expuesta a los niveles de contaminación.

Pero lo cierto es que hay un camino posible a seguir, ya que en julio se entregará la actualización de dicho plan, donde se podría incluir a la ciudad para buscar acciones que apunten al cierre de las termoeléctricas.

Así es como surge la campaña ‘Chao Carbón’, para luchar porque esto se dé y presionar de alguna manera en búsqueda de cumplir los objetivos que lleguen en pro de la ciudadanía.

Además, la idea detrás también apela a encontrar fórmulas que lleven a reemplazar la generación de energía actual que se lleva a cabo hasta el día de hoy, apostando por lo renovable y menor contaminación. Esto ofrece diversas oportunidades sin la necesidad de un cierre como tal, priorizando la reconversión.