Sobre promesas pasadas: Nueva Fundición para Atacama

 

En el discurso de la Cuenta Pública hace unos años, la ex Presidenta Bachelet pronunció palabras que resonaron en los corazones de muchos: la promesa de una nueva fundición en Atacama. Ahora, con una nueva administración en el poder, surge la pregunta inevitable: ¿Se convertirá esta visión en realidad bajo el liderazgo del Presidente Boric?

Es comprensible que los ciudadanos estén ansiosos por ver cumplidas las promesas. Las palabras, escritas en papel y firmadas, llevan consigo el peso de la responsabilidad y la expectativa. Sin embargo, para muchos trabajadores y residentes de Atacama y especialmente ligados a la minería, estas promesas parecen haber quedado en el limbo, sin materializarse.

Las garantías de la campaña pasada sobre la capitalización de ENAMI, el compromiso de no cerrar la fundición y la promesa de mejorar su gestión no pueden ser ignoradas. Estas no fueron simplemente palabras al viento; fueron compromisos que resonaron profundamente en una comunidad que depende de la industria para su sustento y su identidad.

Por lo tanto, la Cuenta Pública de este sábado adquiere una importancia aún mayor. Los ciudadanos esperan respuestas claras y acciones concretas. Quieren saber si el Presidente Boric seguirá el camino anunciado y hará realidad la visión de una nueva fundición en Atacama. Más importante aún, desean saber dónde y cuándo se llevará a cabo esta construcción.

La construcción de una nueva fundición no solo representa un proyecto de infraestructura; es un símbolo de compromiso con las comunidades, de apoyo a los trabajadores y de visión de futuro. Es hora de pasar de las palabras a la acción, de convertir las promesas en realidad tangibles.

El Presidente Boric tiene la oportunidad de demostrar su compromiso con Atacama. Que su discurso de la Cuenta Pública refleje no solo palabras, sino también acciones concretas que den esperanza y certeza a una región que lo necesita. La construcción de una nueva fundición en Atacama no solo es posible, sino que es esencial para el progreso y la prosperidad de la región y del país en su conjunto.