El exsubsecretario de Hacienda Alejandro Micco (2014-2017) planteó como una «posibilidad real» que el anunciado cierre de la Compañía Siderúrgica Huachipato se torne inevitable, frente a sus crisis financiera y el poder de la industria china del acero, por lo que relevó la necesidad de una «reconversión potente» de sus actividades.
«Lo primero es analizar si hay una factibilidad económica, de mediano y largo plazo, de mantener Huachipato. Si la respuesta es no, el tema tiene que venir por la reconversión del sector», sostuvo.
En ese sentido, destacó que la empresa «tiene los permisos ambientales y una serie de potenciales ventajas» para recorrer un nuevo camino, tras haber anunciado la suspensión gradual de la siderúrgica, decisión que pone en riesgo a 22 mil trabajadores que prestan servicios directamente o través de terceros.
«Hay que hacer un plan de reconversión potente si es que finalmente se entiende que no tiene salida», remarcó, enfatizando que, a su juicio, «pareciera ser que es una posibilidad real» dado que Huachipato arrastra una crisis desde hace al menos 12 años.
La estimaciones de la empresa sostienen que, en las condiciones actuales, las pérdidas ascienden a un millón de dólares diarios. «Hemos vivido esta agonía desde hace más de 12 años, cuando partió el exceso de producción de China, con algunas acciones de dumping (competencia desleal) hacia todos los mercados del mundo», resumió más temprano, el presidente del directorio de Huachipato, Julio Bertrand.
Micco puntualizó que cuando ejerció como subsecretario de Hacienda, durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, ya existían denuncias por «dumping» en la industria.
EL ACERO CHINO QUE «INUNDA» EL MUNDO
El también economista contextualizó que «hace 10, 15 años China producía el 15% del acero mundial, y hoy ya llega al 54%, es un crecimiento brutal», mientras que «CAP (Huachipato) produce el 0,01%, un millón de toneladas al año, Chile es realmente pequeño en el mercado mundial (…) y toda Latinoamérica produce 700 (millones)».
La escalada del gigante asiático «se debió mucho al crecimiento interno de China, y también mucho al crecimiento de su sector de construcción, el mismo que en los últimos dos, tres años ha tenido un frenazo muy grande, con casos emblemáticos de inmobiliarias«, y aquello, recalcó, «ha generado, con mayor fuerza que antes, una sobreproducción china de acero, y eso ha generado que hayamos tenido una inundación de acero chino en el mundo».
Como ejemplo, «en Latinoamérica, en las últimas dos décadas, pasamos de importar 800 mil toneladas a 10 millones de toneladas de acero hoy».
LAS MEDIDAS ANTIDUMPING «NO SON LA MEDIDA» ADECUADA
Por ello, la crisis de Huachipato requiere de soluciones de largo plazo, considerando que «en un mundo donde China tiene una producción tan grande, una política antidumping no es la medida (adecuada), porque no está pensada como algo permanente».
«Las medidas antidumping en el mundo son transitorias, por períodos de meses o a lo más años (…) para que la industria nacional se pueda ajustar a una nueva situación (…) Hay que tenerlo claro», explicó. En cambio, al enfrentar la siderúrgica chilena una crisis de largo aliento, «lo que uno puede hacer con una medida antidumping también va a ser limitado y vamos a tenerlo una y otra vez si es que hay un tema más profundo».
Según Alacero, la patronal que reúne a las grandes siderúrgicas de Latinoamérica, de las 66 resoluciones antidumping vigentes en 2022 en la región, 43 eran contra China.
Asimismo, Micco expuso que a Chile no le convendría evaluar sobretasas a la importación de toda la producción china, y menos plantear que la competencia desleal denunciada por la industria chilena puediese responder a una presunta política de Estado del gignate asiático. Aquello, tomando en cuenta que «tenemos negocios muy grandes en fruticultura y cobre, y hay que ponerlo sobre la mesa».
«Cuando en general el dumping se aplica a empresas particulares es más fácil de argumentar y genera menos reacción del país al que se acusa, y es lo que ha hecho Chile siempre respecto del acero», pero la eventualidad de «aplicar medidas antidumping para toda la producción de China generaría repercusiones grandes de retaliación», concluyó.