También se aumentó la percepción de riesgo asociado al consumo de alcohol (4 puntos), marihuana (10 puntos), cocaína y pasta base, estas dos últimas presentaron los niveles más altos desde que se tiene registros.
Un estudio realizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), mostró que el consumo de alcohol y tabaco ha llegado a su punto más bajo desde 1994, junto a un aumento en la percepción de riesgo del uso experimental de marihuana, pasta base y cocaína, a nivel nacional.
Estas son algunas conclusiones del 15° Estudio Nacional de Drogas en Población General (ENPG), que se aplica dos veces al año y de forma ininterrumpida desde 1994.
El ENPG, es el estudio más importante del país en materia de drogas. Mide declaraciones de consumo, patrones de uso, percepción de riesgo y la disponibilidad de sustancias, entre otros factores.
Con una muestra representativa a nivel nacional y regional, estas entrevistas se realizaron cara a cara y se entrevistaron a 17.454 personas de entre 12 y 65 años.
Principales resultados
Uno de los hallazgos más relevantes fue una caída significativa de 5 puntos porcentuales en las declaraciones de consumo de alcohol en el último mes, alcanzando el 39,2%, el nivel más bajo registrado.
El nivel más alto registrado de consumo de alcohol se registró el 2002, con un 59,6%.
Este descenso en las declaraciones de consumo se explica por caídas en ambos sexos y una baja de 14 puntos porcentuales en la población de 19 a 25 años, entre otros factores.
Consumo de drogas y tabaco
El 17,7% de los encuestados reconoció fumar tabaco al menos 20 días en el último mes (todos los días), lo que representa una baja de 1,8 puntos porcentuales respecto al estudio anterior de 2020.
El consumo de marihuana en el último año se mantuvo estable en un 10,9%. Sin embargo, al analizar el estudio a través del tiempo, ha disminuído y es especialmente evidente desde de 2016.
El uso de cocaína en el último año volvió a los niveles prepandemia, con un 0,9%, mientras que el de pasta base se mantuvo en un 0,3%, cifra que no ha variado significativamente desde 2010.
Otras sustancias consideradas fueron los tranquilizantes sin receta médica (1,8%), analgésicos sin receta médica (1,5%), alucinógenos (0,9%), éxtasis (0,5%) y estimulantes sin receta médica (0,1%), los cuales no mostraron variaciones notables respecto al estudio anterior.
Aumento de la percepción de riesgo
Otro aspecto destacable del estudio es el incremento en la percepción de riesgo asociado al consumo de alcohol, cocaína, marihuana y pasta base.
La percepción de riesgo del uso experimental de marihuana subió 10 puntos porcentuales, situándose en un 41,8%, el valor más alto desde 2014.
La preocupación por los efectos de beber cinco o más tragos de alcohol aumentó 4 puntos porcentuales respecto a 2020, alcanzando un 89,3%, el nivel más alto registrado hasta la fecha.
Las percepciones asociadas al uso experimental de cocaína y pasta base también aumentaron significativamente, alcanzando el 78,9% y el 87,3% respectivamente, los niveles más altos desde que se tiene registro.