Al respecto el Director del Servicio de Salud, Claudio Baeza expresó que: “muchas de las personas que sufrieron una infección grave o fueron hospitalizados por coronavirus quedaron con alguna secuela tras superar la enfermedad. Por lo que este programa se basa en un proceso dinámico y sus beneficios se maximizan con una atención oportuna, temprana, interdisciplinaria e intensiva, teniendo un importante valor en la prevención de complicaciones y secuelas secundarias, evitando limitaciones de la funcionalidad, discapacidad y dependencia. A la fecha llevábamos más 450 personas que han ingresado a Rehabilitación Post Covid19”.
Para cumplir con su propósito, la rehabilitación trabaja con equipos multidisciplinarios conformados por médicos fisiatras, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, profesionales de enfermería, nutricionistas, psicólogos y trabajadores sociales. En la región Atacama se viene realizando una ardua labor liderada por el Servicio de Salud de Atacama que involucra la participación y capacitación de los profesionales de rehabilitación de los cinco Hospitales como de la Atención Primaria a través de las salas de rehabilitación y salas respiratorias de los CESFAM de las nueve comunas.
“Entre las complicaciones más frecuentes del síndrome post UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) se encuentran las alteraciones cardiorrespiratorias, debilidad muscular, pérdida de capacidad física, alteraciones cognitivas, de salud mental como depresión, estrés post traumático, ansiedad, dificultad para tragar alimentos, confusión mental, entre otras más, que son susceptibles de ser prevenidas y tratadas precozmente mediante nuestro programa de “rehabilitación” de lo contrario estas deficiencias se pueden manifestar en una disminución de la independencia en las actividades cotidianas y en la calidad de vida relacionada a salud de la persona por lo que agradecemos la labor que realizan estos profesionales en beneficio de nuestros pacientes” finalizó Baeza.
Un tratamiento de rehabilitación del síndrome post Covid19, tiene como duración aproximada de entre uno y tres meses, dependiendo de las secuelas, edad, entre otras patologías agregadas, la cuál es determinada por la evaluación inicial del equipo multidisciplinario y por la evolución del paciente.