Los economistas muy difícilmente olvidarán este 2021. Y cómo no si la actividad de los más diversos sectores registró cifras que nunca antes se habían visto tras una crisis global generada por una pandemia.
En ese contexto, el Banco Central reveló esta mañana que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile experimentó un salto de 17,2% en el tercer trimestre del ejercicio, lo que supone el segundo mayor incremento desde que existen registros, sólo superado por el 18,1% del segundo trimestre.
La expansión se ubicó dentro de las expectativas de los analistas y el mercado.
El efecto calendario esta vez fue nulo ya que hubo el mismo número de días hábiles. Estas altas tasas de expansión, de dos dígitos, se explican por la baja base de comparación respecto al desempeño que tuvo la economía en 2020 (se contrajo 9% en ese tercer trimestre), duramente golpeada por la crisis, y por la enorme liquidez disponible gracias a las trasferencias estatales y los famosos retiros de fondos previsionales.
Según se desprende la Cuentas Nacionales que publicó el emisor esta mañana, la expansión de la actividad, “desde la perspectiva del origen”, fue liderada por los servicios, donde se observó un alza generalizada de todos sus componentes, destacando los servicios personales y empresariales. Adicionalmente, comercio y construcción también contribuyeron al crecimiento del PIB.
Sin embargo, la minería y la actividad agropecuario silvícola fueron las únicas que registraron caídas durante el trimestre.
El emisor precisó también que la actividad económica evidenció una aceleración de 4,9% respecto del trimestre anterior (desestacionalizado). “La reactivación de las actividades de servicios —principalmente personales y empresariales— y el crecimiento del comercio lideraron este resultado. En contraste, la minería se redujo respecto del segundo trimestre, compensando parcialmente lo anterior”, detalló el Central.
Desde la perspectiva del gasto, el crecimiento del PIB fue impulsado por una mayor demanda interna, en particular por el consumo de los hogares. En tanto, las exportaciones netas incidieron negativamente en el resultado anterior, producto de mayores importaciones y un crecimiento acotado de las exportaciones.
Donde sí hay cifras interesantes es en la inversión. El ítem Formación bruta de capital fijo (FBCF ) experimentó un crecimiento de 29,8% en el tercer trimestre, superior al 20,7% del periodo marzo-junio y solamente superado por el 30,6% registrado en octubre de 1989.
Esta cifra se explica fundamentalmente por la reactivación de proyectos de edificación y de obras de ingeniería ligadas a la minería. En relación con la FBCF en maquinaria y equipo, su crecimiento se explicó por una mayor inversión en maquinarias de uso industrial y vehículos de carga. Por otro lado, el período registró una acumulación de existencias, las que alcanzaron un ratio anual de 0,6% del PIB a precios del año anterior.
Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las exportaciones crecieron 1,7%, mientras que las importaciones aumentaron 38,3%. En las primeras, destacó el aumento en los envíos de productos metálicos básicos y frutícolas y las menores exportaciones mineras. En tanto, las importaciones crecieron lideradas por las internaciones de automóviles, camiones y camionetas, productos tecnológicos, maquinaria para uso industrial y enseres domésticos.
El consumo ha estado en la mira de todos este año debido a los inéditos niveles de liquidez de la economía chilena, fundamentalmente gracias a las ayudas estatles (IFE, bonos, subsidios, etc.) y, por supuesto, los retiros parciales de fondos de pensiones que se calculan en casi US$ 50.000 millones.
Esto ha generado una verdadera fiebre por consumir y que queda expresado, por ejemplo, en el éxito de los eventos de ecommerce (CyberDay, Cyber Monday y otros) en las ventas históricas de autos nuevos, ventas del retail y del comercio, entre otras.
Y aunque en el tercer trimestre el consumo sigue creciendo de manera relevante, se observa un enfriamiento en relación al periodo marzo-junio. De acuerdo al Banco Central, el consumo de los hogares creció 27,5% en el tercer cuarto del año frente al 35,6% del anterior.
Las Cuentas Nacionales revelaron que el incremento del consumo de hogares fue explicado por una mayor movilidad de las personas, los retiros parciales de ahorros previsionales y las transferencias fiscales.
“El gasto en servicios y bienes no durables fueron los principales impulsores. En el primer caso, el aumento se explicó por los servicios de salud, restaurantes y hoteles y transporte, mientras que en el segundo destacó el gasto en vestuario y alimentos, bebidas y tabaco. A su vez, el consumo de bienes durables también aumentó, aunque con una incidencia menor, liderado por automóviles, electrodomésticos y productos tecnológicos”, sostuvo el emisor.