En el marco de la COP26 que se lleva a cabo en Glasgow, Reino Unido, el biministro de Minería y Energía, Juan Carlos Jobet, anunció una nueva meta en materia climática. El objetivo es que Chile duplique su capacidad de almacenamiento de energía al 2023, y para lograrlo, la empresa AES sumará 188 MW de almacenamiento en baterías.
De este modo, la capacidad de almacenamiento en baterías en el Sistema Eléctrico Nacional pasará de los 175 MW a 363 MW al 2023, duplicando la cifra actual.
En ese sentido, Jobet señaló que este «es un gran paso, ya que va en completa sintonía con lo que nos hemos propuesto en nuestra Política Energética Nacional para que al 2030 tengamos como mínimo 2.000 MW en sistemas de almacenamiento.
En esta COP26 hemos abordado con urgencia el hacer realidad las metas que tenemos como planeta, y con este anuncio concreto avanzamos en esa dirección». Además, comentó que «frente a la creciente necesidad de flexibilidad en el sistema eléctrico, necesitamos de las baterías, o los sistemas de aire líquido, y todos los tipos de tecnologías de almacenamiento para integrar fuentes renovables y asegurarnos que se pueda disponer de energía limpia a cualquier hora y para todos los hogares de Chile».
En simple, el secretario de Estado subrayó que las baterías van a permitir «almacenar la energía renovable que generemos en exceso a partir del sol y el viento sobre todo en las horas que tenemos sol durante el día, y en las horas en que tenemos más intensidad de viento, y guardar esa energía renovable en las baterías para después poder ocuparla en la noche, en general, cuando hay más demanda».
En concreto, nuestro país aumentará en 2,5 veces la disponibilidad de almacenamiento de energía en batería, pasando de 623 MWh a 1563 MWh. Es decir, con este anuncio, en Chile se podrá almacenar y entregar al sistema hasta 1.563 MWh por día de energía al 2023, lo que significa evitar más de 200.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año, el equivalente a retirar más de 80 mil vehículos particulares de las calles de Chile.
La importancia de este anuncio radica en que la flexibilidad del sistema eléctrico depende de la capacidad del sistema para gestionar y balancear la oferta con la demanda, y por ende, dependen de los distintos sistemas de almacenamiento. A través de estas tecnologías se puede integrar masivamente a las energías renovables que son variables en su producción, como la energía solar fotovoltaica y eólica, y así mantener un sistema eléctrico confiable y resiliente.
Almacenamiento en Chile
La principal fuente de almacenamiento del sistema eléctrico nacional son los embalses hidroeléctricos, pero la crisis climática nos ha tenido con trece años de sequías que han disminuido considerablemente el aporte hidroeléctrico.
Hoy existen tecnologías de almacenamiento que pueden ser la solución para este desafío, las baterías, los sistemas de aire líquido, CSP, entre otros, que ya se están desarrollando en Chile.
Los compromisos climáticos que ha adoptado Chile se basan en su enorme potencial de energías renovables, que permite electrificar masivamente los usos energéticos que hoy utilizan combustibles fósiles. Así es como la eficiencia energética, la electromovilidad, el retiro del carbón y el hidrógeno verde dependen principalmente de un sistema eléctrico con una generación renovable.