El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), en voz de su director regional (s), Carlos Guerrero Mayorga, llamó especialmente a las personas dueñas o responsables de botillerías, restaurantes y pubs que aún no lo hacen, a comunicar al Servicio el inicio de sus actividades comerciales, trámite al que obliga la ley de alcoholes 18.455.
Guerrero indicó que, de acuerdo a la normativa vigente, este es un requisito previo para obtener la respectiva patente municipal de alcoholes, y tiene el objetivo de incorporar el establecimiento al catastro que mantiene el SAG, orientado al control de la producción y comercialización de alcoholes etílicos, bebidas alcohólicas, mostos y vinagres.
“En vista de incumplimientos que hemos detectado, le recordamos a la comunidad, que toda persona natural o jurídica que produzca, envase, comercialice, importe o exporte bebidas alcohólicas y alcoholes etílicos, debe informar al SAG sobre su inicio de actividades. Ello es válido también para las empresas o personas que se dedican a la venta de alcoholes en forma online”, expresó el director (s).
Agregó que “el comprobante de comunicación de inicio de actividades se entrega de inmediato, una vez realizado el trámite, el cual tiene un costo de 0,14 UTM. Así mismo, las y los usuarios deben avisar al Servicio las modificaciones que ocurran referidas a éste, como por ejemplo, el cambio de razón social o de dirección”.
Para cumplir con la inscripción se deben adjuntar los antecedentes del Servicio de Impuestos Internos y fotocopia del RUT, entre otros requisitos según sea el caso. Es posible realizarla en las oficinas sectoriales de Copiapó o Vallenar, fonos 522-220516, y 512-611567, respectivamente. Las consultas también pueden escribirse al correo contacto.atacama@sag.gob.cl.
Dentro de sus labores de fiscalización, el SAG verifica la naturaleza, aptitud para consumo humano y denominación de origen de los productos alcohólicos, garantizando su genuinidad e inocuidad. Para ello, se fiscalizan botillerías, supermercados, minimarkets, restauranes, etc., y establecimientos de elaboración y distribución.
En estos locales se verifica que los alcoholes se expendan en envases sellados y etiquetados, y además se toman muestras que son enviadas a los laboratorios del Servicio para determinar su potabilidad, calidad, materias primas empleadas, procedimientos utilizados, entre otras características.