Aunque su votación se retrasó en una semana, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, no logró reunir los 89 votos que el Gobierno necesitaba para que el veto presidencial, que buscaba reponer la obligatoriedad en el proyecto de kinder, fuera aprobado por la Sala de la Cámara de Diputados.
En total, solo 76 parlamentarios votaron a favor, 69 lo rechazaron y dos se abstuvieron, no logrando así el quórum que requería la norma para ver la luz.
Pero esta jornada también se votó el proyecto original, sin el veto, donde solo se aprobaron algunos artículos transitorios que quedaron en condiciones de pasar al Senado.
Una de las disposiciones que se visaron fue la que incrementa en $2 mil millones los recursos para mejorar la infraestructura pública de jardines infantiles.
El secretario de la Cámara, Miguel Landeros, explicó que aunque se rechazó el veto y el proyecto de igual modo se aprobaron otras disposiciones a modo de concluir el trámite constitucional respectivo.
Desde la oposición, la semana pasada, ya se había anunciado que no se podía separar la votación de este veto con el proyecto que crea una subvención para este nivel educativo, apuntando a que estaría privilegiando al sector privado.
Las principales críticas a la propuesta siempre han sido la falta de financiamiento para hacerla realidad y la situación en la que quedarían las escuelas rurales o de zonas extremas.
En su primer trámite, el proyecto ya había sido rechazado por el Senado, pero La Moneda ingresó en la Cámara un veto aditivo apuntando a generar las condiciones para revivirlo entre los diputados.
En resumen, aunque ahora el texto vuelve al Senado, lo hace sin proyecto y solo con artículos transitorios.
En esa línea, para todos los efectos ya se puede entender que el proyecto de kinder obligatorio “murió”.
Figueroa dispara
A través de su cuenta de Twitter, el ministro Figueroa lanzó duras críticas contra los diputados que le quitaron piso al veto y al proyecto.
“Incomprensible y lamentable el rechazo a kinder obligatorio en la Cámara, un proyecto que hacía del sistema educativo más justo y con mayores oportunidades”, partió.
“Parlamentarios de oposición destruyeron un consenso y trabajo de gobiernos anteriores por pequeñeces políticas”, añadió.
“Son ellos (la oposición) quienes deben explicarle a la ciudadanía porqué en su discurso señalan que no hay anda más importante que la educación parvularia, pero cuando tienen la oportunidad de darle su respaldo con su voto le dan la espalda”, comentó con anterioridad en un punto de prensa en el Congreso.
“La semana pasada la bancada de la DC estaba de acuerdo con este proyecto. Muchos intervinieron a favor, y hoy nuevamente una voltereta en 180° y lo votan en contra. La pregunta es ¿quién dio la instrucción? ¿Con qué fundamentos se anteponen intereses políticos a una política pública que expertos consideraban la más adecuada?”, inquirió por su parte Luis Pardo (RN).
“Como miembro de la comisión mixta hay que decir las cosas como son: la oposición rechazó este proyecto porque al parecer quería arreglar toda la educación pública. Traicionaron al Mineduc para que se hicieran cambios que no tenían nada que ver, entre ellas la senadora Provoste, y hoy vemos cómo a través de presiones se opta por cálculos (electorales) y candidatos presidenciales, como el señor Boric, ni siquiera es capaz de votar a favor a pesar que siempre ha sostenido que los niños están primeros en la fila”, espetó Juan Manuel Fuenzalida (UDI).