En la localidad de Camarones de la comuna de Vallenar, un grupo de pequeños agricultores/as gracias al apoyo del Gobierno, trabajó durante más de dos años, en rescatar y poner en valor este alimento, relevando su gran versatilidad y propiedades medicinales.
La caigua o “clanthera pedata”, es una hortaliza nativa andina que sólo crece en la región de Atacama y que tuvo gran importancia para los pueblos originarios. Sin embargo, hoy su consumo es marginal, a pesar de presentar múltiples propiedades.
Es por eso, que el Ministerio de Agricultura a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), como parte sus políticas públicas, que busca poner en valor y apoyar en la comercialización de los alimentos con identidad territorial, trabajó durante más de dos años con la Cooperativa Agrícola Camarones (Coopefrut), mejorando su manejo agronómico y abriendo posibilidades de comercialización en circuitos cortos, con el desarrollo de iniciativas gastronómicas.
A esta iniciativa, se sumó el trabajo de la Universidad de Chile y la Unión de la Agricultura Familiar Campesina (UNAF), quienes presentaron los resultados de este proyecto a la Directora Nacional de FIA, María José Etchegaray y la Seremi de Agricultura de la región de Atacama, Patricia Olivares, luego de compartir un día de campo, donde pudieron conocer los cultivos de la cooperativa, además de la versatilidad culinaria de este vegetal.
Logros valiosos para la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que lleva más de una década trabajando por el rescate, protección y valorización del patrimonio agrario, agroalimentario y forestal de Chile. Según explica su directora ejecutiva, María José Etchegaray “esto implica trabajar con la agricultura familiar campesina y entregarles herramientas que les permitan valorizar los productos y preparaciones que han estado bajo su resguardo durante generaciones, todo lo cual impacta directamente en su calidad de vida y en la sustentabilidad económica, social y ambiental de sus sistemas agrícolas”.
En el mismo sentido, la Seremi de Agricultura, Patricia Olivares Tapia manifestó “estamos muy contentos porque creemos que vamos en la línea correcta, apoyando una iniciativa que cumple en muchas direcciones con nuestro objetivo como gobierno, ejecutando todas las acciones necesarias para hacer de ésta una agricultura más inclusiva y sustentable. Este proyecto nos permite valorar y rescatar un producto como la caigua que se produce en la Provincia del Huasco, y da una identidad a este territorio, como a nuestro patrimonio agroalimentario, incorporando nuevas técnicas innovadoras que permitirán comercializarla no sólo en la región, sino que a nivel nacional”.
Durante la visita a terreno, el chef Emilio Escamilla estuvo a cargo de las diversas preparaciones, destacando la caigua sour, el jugo de caigua, caigua rellena con salteado de carne y ensalada mixta de caigua.
La presidenta de Coopefrut, Verónica Flores destacó los logros de una iniciativa que ha permitido visibilizar un producto que hasta ahora solo era cultivado y consumido en Camarones. “Gracias a FIA y la Universidad de Chile hemos logrado grandes avances en materia de difusión, participando en ferias tanto en Santiago como en la región; y por otra parte hoy conocemos mejor los beneficios medicinales de la caigua, lo cual constituye un importante atributo diferenciador”.
Durante años, Verónica fue la única agricultora de Camarones que cultivaba la caigua, “pero gracias al proyecto, fueron varios los productores locales que se reencantaron con este cultivo ancestral”, agregó.
Para los investigadores de la Universidad de Chile en tanto, el gran valor del proyecto radica en que permitió el rescate de ecotipos de caigua presentes en el valle del Huasco, posibilitando la diversificación de las alternativas de cultivo para los agricultores de la zona, incentivando el uso de una hortaliza prácticamente inexistente en el mercado.
“Levantamos el cultivo de la caigua que ya estaba en la comunidad de Camarones en una Cooperativa Diaguita, con una adecuada domesticación y adaptación, utilizando la experiencia de los campesinos que la han guardado por años. Ayudamos a Mejorar el sistema de producción, de riego, sistemas de conducción. En ese sentido la participación y experiencia de los agricultores de la cooperativa Coopefrut ha sido fundamental, siendo clave tanto para la colecta de las semillas y para los ensayos realizados en los sombreaderos en la zona, que ahora son cuatro”, señaló el agrónomo y director del proyecto Ricardo Pertuzé, de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
El desafío ahora es fomentar el consumo de la caigua en la región de Atacama a través de la difusión de sus atributos y potenciar circuitos cortos de comercialización y agroindustriales. Esto permitirá que los agricultores se vinculen directamente, por ejemplo, con restaurantes interesados en incorporar alimentos nativos y patrimoniales en sus preparaciones gourmet.