Un pasado estudio sobre Transparencia en Chile estableció que las municipalidades son los organismos públicos más propensos a cometer irregularidades que tanto mal le hacen al sistema democrático nacional.
Por estos días, precisamente, ello se está otra vez ratificando con lo que sucede en la Corporación Edilicia de Copiapó, donde un informe de la Contraloría Regional de Atacama (N°838/2020) reveló que hubo cuantiosas contrataciones que favorecieron a quien entregó una donación de dinero para la campaña del actual jefe comunal.
En el dato objetivo se precisó que el municipio adjudicó una licitación pública y un trato directo al “proveedor Juan Vásquez Dorado”, por un total de $164.658.839 millones.
El mismo informe del máximo organismo fiscalizador del país dijo que se observó que “don Juan Vásquez Dorador aportó un monto de $500.000 a la campaña a alcalde del año 2016 de don Marcos López Rivera, alcalde de la Municipalidad de Copiapó”.
El mismo Juan Vásquez Dorador mantiene participación en la firma Sociedad Comercial e Industrial MCJ Limitada, quién, según la Contraloría, “también aportó un monto de $500.000, a la mencionada campaña del año 2016” del actual edil.
Mientras los integrantes del Consejo Municipal local deban dirimir las acciones sancionatorias, corresponde reflexionar sobre lo que sucede con la corrupción en el país y la manera en que se puede enfrentar un flagelo que no merma, considerando que esta situación lamentablemente es reiterativa en los últimos 20 años de administración municipal en Copiapó.
De las muchas iniciativas, resalta aquella que propone un aumento de las facultades fiscalizadoras del Concejo Municipal y que se pueda disponer la contratación de una auditoría externa cada vez que se inicia un nuevo período alcaldicio.
Del mismo modo, una buena idea que se deba mantener actualizado el índice de documentos declarados como reservados o secretos, así como la selección y elección de los más altos funcionarios municipales mediante el proceso de concurso público.
De allí que en la elaboración de la nueva Constitución se debe procurar mejorar la función del Estado, siempre al servicio de las personas, buscando fortalecer los Gobiernos locales para que se eliminen los espacios de actos que horaden y tuerzan la voluntad de ciudadanos que ahora enfrentan una oportunidad para un mejor país y Región de Atacama.
Fuente:diario Chañarcillo