Este martes el presidente Sebastián Piñera que se logró un acuerdo que permitirá iniciar un plan que permitirá iniciar un cierre paulatino de las centrales termoeléctricas en el país.
Según lo indicado por el mandatario, con esto se busca proteger el medio ambiente, pero a la vez, no poner en riesgo el abastecimiento de energía eléctrica de las familias chilenas ni que aumente el precio de esta.
Así, también se refirió a la preocupación en reemplazar los empleos que se pierden por el cierre de la central.
“El plan original contemplaba el cierre de ocho centrales terminas a carbón en un plazo de cinco años, pero estamos acelerando ese plan”, indicó la autoridad.
De acuerdo al mandatario, a estas ocho se sumó el adelantó en el cierre de Mejillones I y II, además de la central Bocamina, lo que significará que se cerrará 11 centrales a carbón antes del 2024.
“Esto equivale a cerrar el 31% del total de la capacidad instalada de generación eléctrica en nuestro país”, agregó el presidente Piñera.
De esta forma, señaló que la sustitución de estas energías será en base a aquellas que no generen un impacto ambiental al país, para ir hacia una matriz más limpias y eficiente. “Chile fue pobre en las energías del pasado. No teníamos suficiente carbón, ni petróleo, ni gas, por eso importábamos nuestra energía (…) pero somos inmersamente rico en las energías del futuro”, indicó.