Jefe comunal vallenarino llegó hasta la zona de acceso a las faenas, donde permanecen los trabajadores mientras se lleva a cabo el proceso de negociación colectiva, en compañía de los alcaldes de Tierra Amarilla y Diego de Almagro.
El alcalde de Vallenar, Cristian Tapia Ramos, llegó hasta las inmediaciones del ingreso a las faenas de Minera Candelaria, donde permanecen en huelga los trabajadores sindicalizados de esta empresa, para entregarles su apoyo personal ante el difícil proceso de negociación colectiva que llevan adelante. El jefe comunal vallenarino llegó acompañado de los alcaldes de Tierra Amarilla, Cristóbal Zúñiga, y de Diego de Almagro, Isaías Zavala, además de concejales de estas dos últimas comunas, quienes sumaron su voz pidiendo que la empresa busque los caminos de diálogo a la brevedad para llegar a un pronto y satisfactorio acuerdo.
En la ocasión, el edil vallenarino y ex dirigente sindical minero antes de asumir su actual cargo, hizo un llamado a la empresa a “que mire por cada uno de los trabajadores y sus familias”, agregando a continuación que ojalá no caiga en el bajo recurso ético de “mandar cartitas a las juntas de vecinos, ni a las familias”, porque la negociación se hace exclusivamente entre la empresa, los sindicatos y los trabajadores.
Asimismo, Tapia reconoció que una negociación colectiva no es fácil, como tampoco la decisión de llegar a una huelga, “pero es la única herramienta legal que tienen los trabajadores de Chile para alcanzar los beneficios justos que se merecen”.
Seguidamente, se refirió al trato poco deferente que tiene esta minera transnacional con los trabajadores chilenos. “Es muy distinto cómo tratan estas empresas a nuestros trabajadores, respecto a los de sus países de origen. Allá no existen estos problemas. Acá el costo de la mano de obra no pasa del 5 por ciento (de sus operaciones); en cambio, en sus países llega al 30 o 35 por ciento. Acá en Chile tampoco pagan royalty, porque tienen cualquier subterfugio para evadir impuestos y pagar lo que los chilenos nos merecemos”.
Más adelante dejó en claro que en una negociación colectiva, los trabajadores buscan mejorar su calidad de vida, por medio de las remuneraciones y los beneficios sociales. Luego, criticó el chantaje y discriminación que realiza la minera Candelaria con los trabajadores que tienen hijos estudiando en el colegio San Lorenzo, a los cuales no se les renovará la matrícula, mientras sus padres sigan participando en esta movilización sindical. Además, hizo notar que este colegio perdió el sentido original que era para los hijos de los trabajadores de esa minera, porque después se abrió para la comunidad en general.
Finalmente, Cristian Tapia graficó que pagar lo que piden los trabajadores significa para Candelaria, apenas, “sacar una pequeña porción de sus utilidades para entregársela a los trabajadores que son los que generan esas utilidades y para que ellos puedan enviar estos tremendos recursos a sus países sin dejar nada en Chile”.
Por su parte, los trabajadores recibieron con mucho agrado la visita de los alcaldes Tapia, Zúñiga y Zavala y el grupo de concejales, ya que hasta el momento han sido las únicas autoridades han acudido a entregarles su apoyo personalmente y, más aún, poniéndose a disposición como garantes del proceso de negociación, según lo reconocieron y destacaron los dirigentes Víctor Aqueveque y Víctor Iribarren.