- Actividad tuvo como fin determinar posible extracción y posterior tráfico de cactáceas, ilícito que afecta a la flora nativa del desierto, a causa de la demanda de coleccionistas internacionales.
Con la finalidad de combatir el tráfico ilegal de cactáceas, personal de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y de la Policía de Investigaciones (PDI), a través de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural (BIDEMA), se desplegó en el sector Las Collajas del Parque Nacional Pan de Azúcar el pasado 15 de octubre, ocasión en que no se detectaron ilícitos que afectaran a la flora nativa. El operativo se realizó de manera conjunta con funcionarios de las regiones de Atacama y Antofagasta, debido a que la superficie del parque nacional abarca las comunas de Chañaral y Taltal.
El sector visitado posee una importante cantidad de cactáceas vulnerables y corresponden a los principales objetos de conservación del parque, entre las que destacan Copiapoa longistaminea, Copiapoa cinerea var. columna alba y la Copiapoa grandiflora, especies demandadas por coleccionistas del mundo.
“Los cactus son especies muy apreciadas por coleccionistas de plantas, sobre todo europeos y asiáticos, por su endemismo, es decir porque se desarrollan en lugares específicos del planeta, como también por la belleza de sus flores”, indicó Héctor Soto Vera, director de CONAF Atacama, quien agregó que “según la revista especializada Nature Plants, aproximadamente un tercio de las especies de cactáceas están en peligro de extinción, a causa de la extracción y tráfico ilegal, por lo que constituyen el quinto grupo de especies más amenazadas del mundo. Esta es la importancia que posee el trabajo conjunto que hemos articulado entre el personal de la Corporación de ambas regiones y la BIDEMA, además de los constantes patrullajes que nuestros guardaparques realizan en la unidad”, sostuvo.
El tráfico ilegal de flora y fauna es el tercer comercio ilegal más lucrativo en el mundo, después del tráfico de armas y drogas, ilícito que es regulado en Chile con la Ley 20 962 que aplica la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, según sus siglas en inglés).
Al respecto, Cristian Salas Papasideris, director de CONAF Antofagasta, declaró que “una de las misiones de CONAF es el fomento, protección y desarrollo sostenible del recurso forestal, el que en este contexto cumplimos a través de nuestro rol como autoridad administrativa de la convención en materia de flora terrestre, según lo determina la ley 20 962, como institución encargada de gestionar el sistema de concesión de licencias, mediante el cual regula el comercio de productos, de aquellos especímenes que están incluidos en los apéndices CITES”.
Por su parte el Secretario Regional Ministerial de Agricultura de Atacama, Patricio Araya Vargas señaló que “hago un llamado a denunciar el tráfico de nuestras cáctaceas vulnerables, porque hay muchas que tenemos al borde de la extinción, tanto en la región de Antofagasta como en la de Atacama a causa de su comercialización en el mercado extranjero. Debemos proteger nuestra flora y fauna nativa, que están en constante peligro de ser extraídas sin las autorizaciones pertinentes de los servicios del Ministerio de Agricultura”.
Además de extracción ilegal y posterior comercialización de cactus, otros ejemplos de tráfico ilegal de especies son las llamadas mascotas exóticas, elaboración de artesanías con marfiles de elefantes o muebles elaborados con maderas de árboles con problemas de conservación, especialmente tropicales.
Cabe recordar que a la fecha, 183 países (“partes”, según lo establecido en el convenio CITES) han firmado el acuerdo internacional, que no sólo resguarda a animales y plantas, sino que también garantiza y defiende los derechos humanos y la economía internacional.