A ad portas del Plebiscito este próximo 25 de octubre, la Diputada Sofía Cid señaló que “hago un llamado a la reflexión, a los que están dispuestos a hacer cambios, pero que no están de acuerdo en caminar en una hoja de ruta de al menos dos años de incertidumbre, de altos costos económicos y finalmente de efectos negativos para los chilenos más vulnerables. Es imperativo que tomen en consideración el gran costo institucional y para el futuro que implicar cambiar la Constitución en su totalidad”
Para la parlamentaria no se trata solo de costos económicos en medio de una de las mayores crisis económicas -producto del covid-19- sino que además de un costo en materia institucional, de proyección de crecimiento y de progreso social. “El costo de cambiar la Constitución desde cero, sin considerar todo aquello que ha funcionado en los últimos años, no lo sufrirán los que están en cargos importantes, sino las personas que día a día trabajan duro por tener una mejor vida, ellos son los que necesitan un cambio con resultados en el presente y con miras al futuro, que se les den soluciones a sus problemas” expresó la Diputada Sofía Cid Versalovic.
Por otro lado, Cid comenta que es importante no dejarse engañar con la consigna que una “nueva” Constitución solucionará todos los problemas por arte de magia, por lo que invita a los ciudadanos a reflexionar seriamente y a la vez, a no crear falsas expectativas que después no es posible cumplir. “La Constitución actual protege tu familia, tu fe, tu casa, tu trabajo, tus ahorros”, enfatiza la Diputada Sofía Cid. “Si algo hemos podido constatar en este tiempo es que muchas personas no sabían lo que dice la Constitución, o que muchas de sus demandas están recogidas en el texto, o incluso que hay un sinnúmero de demandas ciudadanas que podrían solucionarse sin necesidad de modificar la Carta Fundamental”, indicó la parlamentaria por Atacama. En este mismo sentido destacó que “somos millones los chilenos que queremos cambios, pero que no creemos que la violencia es la herramienta adecuada para generarlos. Después de ver los hechos de violencia, el daño patrimonial y cultural irreparable no es para nada ético ni beneficioso para el país, y demuestra que la violencia no es el camino para hacer grandes cambios. Al final la violencia siempre tendrá como consecuencia más violencia”.
Así mismo la Diputada agrega que, “se puede decir que nadie cambia las cosas importantes de su vida porque no son perfectas. La vida en sí es compleja y supone mejorar de a poco, a medida que nuestras opciones lo permitan, como tranzar y aceptar cosas que no nos gustan. La Constitución no es perfecta y si pone en marcha el proceso constituyente, la próxima tampoco lo será, porque nadie va a hacer justo la Constitución que cada uno de los chilenos quiere, sino la que sea mejor por el bien común. Para poder convivir será necesario respetar al otro, y dejar esa actitud de retroexcavadora y sectarismo con quienes no comparten una determinada visión de país”.