El excesivo uso de plaguicidas junto con dañar el medio ambiente contamina los alimentos que llegan a nuestra mesa. Con el propósito de disminuir esta práctica y promover una agricultura sustentable, el equipo de entomólogos de INIA Intihuasi dieron a conocer los beneficios del control biológico como herramienta para la mitigación de insectos plagas durante un día de campo en el sector de Huasco Bajo. La actividad reunió a más de 40 profesionales y agricultores quienes pudieron apreciar en terreno la forma en que actúan algunos de los enemigos naturales de las plagas que afectan comúnmente a los olivos y a reconocer a estos insectos. Una de ellas es la escama blanca de la hiedra (Aspidiotus nerii), plaga primaria para la industria olivícola del Valle del Huasco, especialmente para la producción de aceitunas y que urge erradicar.
Para controlar esta plaga, INIA propuso un método innovador y sustentable como el control biológico, el que tiene diversos beneficios, y al mismo tiempo requiere de un monitoreo adecuado de parte del agricultor. El correcto uso de este sistema fue el tema central del día de campo donde también se le enseñaron a los olivicultores conceptos de Manejo Integrado de Plagas e inocuidad considerando la importancia de estos temas en la parte de producción primaria y procesamiento, en este caso de aceitunas y aceite de oliva. Parte de eso es el uso de enemigos naturales, lo cual disminuye significativamente el uso de plaguicidas y por ende la contaminación química. El entomólogo de INIA Dr. Claudio Salas, profundizó este tema en su charla “Beneficios del control biológico en la agricultura comercial” y posteriormente la empresa nacional Xilema Control Biológico realizó una Liberación demostrativa de enemigos naturales en huertos de olivos.
De esta manera los agricultores presentes pudieron hacer un reconocimiento de enemigos naturales bajo la lupa estereoscópica y al mismo tiempo ver la liberación de chinitas depredadoras que rápidamente comenzaron a comer escamas blancas.
Carlos Quiroz, Coordinador Nacional de Sanidad Vegetal INIA, destacó la eficiencia del sistema y apela al cambio de mentalidad del agricultor respecto al uso excesivo de plaguicidas. “Estos son programas de mediano y largo plazo porque no basta con liberar una sola vez enemigos naturales, sino que debe ser un proceso sistemático y en determinadas oportunidades. Muchas veces el agricultor hace aplicaciones de plaguicidas porque lo único que ve es la plaga y no los enemigos naturales. Sin embargo, cuando éstos se le muestran se da cuenta que tiene una riqueza tremenda y eso significa evitar el uso de plaguicidas o aplicarlo en épocas que no interfieran con enemigos naturales. En esta actividad nos dimos cuenta del interés de los agricultores de conocerlos y el entusiasmo que muestran cuando ellos los ven”, explica Quiroz.
Respecto a los costos, el investigador entiende que en un principio éstos pueden elevarse, pero que al finalizar la temporada los valores son casi los mismos que se gastan en plaguicidas. “Como todo sistema nuevo, el agricultor debe asumir el cambio de metodología y también el costo. Efectivamente, existe un costo mayor, pero si lo comparamos con la aplicación de plaguicidas éste puede ser equivalente por el hecho de que estas liberaciones de enemigos naturales hay que hacerlas en momentos muy precisos cuando la plaga es más susceptible. De esa manera, se puede lograr un establecimiento y que los niveles poblacionales de la plaga bajen significativamente y eso implique que no haya un daño económico en su cultivo”, afirma Carlos Quiroz.