En el marco del Día Internacional de la No Violencia, y en un discurso la tarde de ayer3 viernes, el presidente Sebastián Piñera afirmó que su Gobierno no es neutral al proceso constituyente ni al referendo de octubre, intervención en la que deslizó su deseo de contar con una nueva Carta Magna para el país.
“Tenemos dos firmes y claros compromisos: primero, organizar un plebiscito que sea transparente, participativo, informado y seguro; y segundo, contribuir a que en Chile podamos tener una Constitución que sea el gran marco de unidad, estabilidad y proyección de nuestro país”, dijo.
“Una Constitución que recoja nuestras tradiciones democráticas y republicanas, los profundos principios y valores de la sociedad chilena y que organice y establezca los poderes del Estado, de forma tal que siempre estén al servicio de las personas”, añadió.
Ante el ocupado calendario electoral al que se enfrenta Chile, con siete comicios en los próximos meses; el jefe de Estado pidió a la ciudadanía que ejerza su derecho a sufragio para que exprese en las urnas su opinión, “con respeto y paz”.
“El día de las elecciones ocurre algo muy hermoso: se apaga la voz de los candidatos, de los partidos y se escucha fuerte y clara la voz de la gente, que es la que tiene el derecho a definir los caminos del futuro”, añadió.
Finalmente, Piñera dijo esperar que Chile aprenda de las lecciones del pasado y que condene y destierre la violencia para volver a convivir “como personas que podemos pensar distinto, pero que somos todos parte de la misma Patria y compartimos un mismo futuro”, cerró.
Prescindencia
Este desliz del Presidente se contrapone a lo que, por meses, él ha venido intentado cimentar en su administración: evitar que figuras del Gobierno aboguen abiertamente por el Apruebo o el Rechazo.
En enero, La Moneda impuso la presidencia en el gabinete, es decir, nadie podía mostrar una postura ante el referendo que nació del histórico acuerdo alcanzado por las fuerzas políticas la madrugada del 15 de noviembre en respuesta al estallido social del 18 de octubre.
La decisión del Ejecutivo causó molestia tanto en el oficialismo como en la oposición y por meses se cumplió por parte del conglomerado.
No obstante, hubo excepciones. Una de ella involucró al intendente Metropolitano, Felipe Guevara; quien en entrevista con El Mercurio comentó que como Gobierno querían que se gestara una nueva Constitución de naturaleza participativa.
Aparte de él, el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, también fue por el Apruebo, postura diferente a la que tomaron, por ejemplo, el seremi de Energía de Ñuble y la gobernadora de Itata, Manuel Cofré y Rossana Yáñez, quienes fueron por el Rechazo.
Tras meses de poco filtro o control, en agosto, y con su quinto gabinete, el Gobierno anunció que su secretaría general elaboraría un instructivo para todas las autoridades en materia de prescindencia, a modo que esta “se entendiera y respetara”.
“Los ministros, subsecretarios, intendentes, gobernadores obviamente tienen una opinión. Quienes hemos sido parlamentarios en el pasado la habíamos manifestado públicamente antes. Pero el Presidente nos ha pedido a (…) ministros, subsecretarios, intendentes y gobernadores prescindencia en actos públicos”, comentó en esa oportunidad el vocero Jaime Bellolio.
Finalmente, el documento se divulgó en el consejo de gabinete del 10 de septiembre. En medio de la reunión, desde el Ministerio del Interior se despachó el instructivo que en términos reales no dista de otros textos publicados anteriormente para diferentes actos eleccionarios.
En concreto, tenía 47 puntos donde se delimitaron las acciones de quienes conforman el Ejecutivo en sus distintos niveles.