Un tremendo avance clínico es el que, en medio de la pandemia, logró el Hospital Provincial del Huasco (HPH), al lograr la adquisición de un equipo clínico que beneficia a los lactantes y bebés prematuros con problemas respiratorios, que nacen en el recinto hospitalario.
El equipo llamado CPAP de burbuja, permite prevenir problemas respiratorios en recién nacidos, pero fundamentalmente en prematuros. “Está demostrado que es seguro, tiene menos costos y mayor eficiencia”, comentó el jefe de Pediatría del HPH, pediatra Juan Carlos Zúñiga.
Habitualmente los bebés prematuros son enviados al Hospital Regional de Copiapó, pero si por distintos motivos, la madre llega al hospital y el bebé nace en el recinto, “este equipo permitirá que se evite ocupar un ventilador, y eso es algo importante, porque disminuye días de hospitalización, complicaciones clínicas, entre otras cosas”.
Sara Pizarro, matrona supervisora de la Unidad de Neonatología, informó que “esto permite la oxigenoterapia en el neonato. Este debe tener condiciones como oxígeno húmedo, calefaccionado y en concentraciones específicas. Este equipo se armó con algunos insumos que teníamos en Neonatología, como la base calefaccionada. Adquirimos el blender, que es el mezclador que permite la concentración exacta de oxígeno, para entregar al paciente y disminuir los riesgos”.
La también denominada terapia de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) administra una mezcla calentada humidificada de calor y oxígeno mientras genera al mismo tiempo una presión distendida continua en todo el ciclo respiratorio, señaló el pediatra, Juan Carlos Zúñiga.
“Para nosotros, el poder contar con equipamiento que permite salvar y proteger vidas es de vital importancia, porque logramos entregar confianza y calidad en la atención, lo que hace que la comunidad valore los esfuerzos que como institución buscamos día a día por la salud de las personas”, dijo el Director del Hospital Provincial del Huasco, Juan Pablo Rojas.
Con este método, el oxígeno mezclado y humidificado se entrega a través de cánulas dobles cortas o una máscara nasal y la presión en el circuito se mantiene por inmersión del extremo distal del tubo espiratorio en agua. La profundidad a la que el tubo se sumerge bajo el agua determina la presión generada en las vías respiratorias del bebé.
Como el gas fluye a través del sistema, las «burbujas» evitan la acumulación de un exceso presiones. Importante avance que ratifica una vez más el compromiso que tiene el Hospital Provincial del Huasco por constantemente brindar una atención oportuna y de calidad en la provincia.