La autoridad destacó la existencia de 33 iniciativas aprobadas ambientalmente y en tramitación de permisos sectoriales por 6.869 millones de dólares; además de 13 que ya están en evaluación y cinco obras de construcción.
El ministro de Minería, Baldo Prokurica informó que de Atacama cuenta con 13 proyectos en evaluación ambiental por US$1.380.000, 33 aprobados ambientalmente y en tramitación de permisos sectoriales por US$6.869.000 y cinco obras en construcción por 870.000 de dólares, lo que muestra un escenario favorable en materia minera.
De esta forma la Región “se encumbra como la segunda con más proyectos de inversión a nivel nacional”, considerando que “es la que más recursos tiene asignados en las iniciativas impulsadas por el Presidente Sebastián Piñera” para favorecer a los pequeños mineros.
Recordó que ellos han recibido recursos mediante “el Programa de Transferencia Tecnológica para la Pequeña Minería Artesanal (Pamma) por $ 765.000, es decir, un 11 % más que en 2019 y el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) que se ejecutarán en 2020 con unos $ 2.500.000”.
Prokurica dijo que la actividad minera tendrá un rol muy importante en la recuperación económica durante el período post pandemia, especialmente en Atacama, por lo que pidió el “apoyo a sus proyectos, con el fin de que más y mejor minería se lleve a cabo y más familias chilenas tengan esperanza y oportunidades durante la etapa que será extraordinariamente dura y compleja”.
Esto lo comentó durante la primera reunión regional de la Política Nacional Minera para Chile2050 donde participaron varios actores de Copiapó; se tiene previsto que en los otros dos encuentros estén los representantes de las provincias de Chañaral y Huasco.
En la reunión los participantes se agruparon en siete mesas de trabajo, de los que uno propuso la implementación de un clúster minero para potenciar la cadena de valor, la innovación, la incorporación de jóvenes y fomentar el reciclaje.
Otro, planteó la creación y operación efectiva de una gobernanza regional para fortalecer el capital humano local, generando una atmósfera minera en la región. El tercero apuntó a un nuevo modelo de participación ciudadana para la evaluación de la sostenibilidad, que sea incidente e imparcial, con acuerdos vinculantes.
En la mesa de Minería Verde, el foco estuvo en el recurso hídrico, acordando avanzar en una estrategia para una gestión sustentable de este insumo crítico. En el eje de Institucionalidad, la mesa respectiva propuso modernizar y fortalecer el sistema regulatorio, acercando la minería a la ciudadanía para fomentar una minería responsable.
Dos grupos trabajaron en desafíos relacionados con la Pequeña y Mediana Minería: uno priorizó el robustecimiento del marco regulatorio para entregar certeza jurídica a este importante segmento de la minería y fortalecer el rol de fomento de Enami, mientras el segundo pidió uniformidad de criterios para definir la pequeña minería y la minería artesanal, que posibilite determinar su real aporte al país.