Expertos llamaron al Ministerio de Educación a conformar una mesa de trabajo para la admisión a la educación superior y resolver, entre todos los actores, los ajustes que sufrirá el proceso debido a la pandemia.
En un año normal a la fecha, por ejemplo, ya se conocería el calendario de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), cuyo proceso de inscripción debió haberse iniciado los primeros días de junio.
Sin embargo, la incertidumbre sobre cuándo será el retorno a los colegios, dificulta en demasía este proceso, el cual este año ya se vio afectado por el boicot mediante funas, lo que redundó en una baja de un 8,2% de la matrícula de pregrado para primer año.
En ese contexto, el presidente de la Corporación de Colegios Particulares (Conacep), Hernán Herrera, reconoció que existe un problema mayor con los cuartos medios. “Ahí sí que tenemos lío”, aseguró.
“Por lo general, lo que se hace es reforzar materias para efectos de la prueba (…) y en este caso estamos bastante incómodos”, agregó.
La académica del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Universidad de Chile, Teresa Flores, aseguró que más allá de la extensión de los plazos del proceso, el Ministerio de Educación debería conformar una mesa de trabajo, para abordar los cambios que implicará la admisión en medio de la pandemia.
En tanto, el director del Centro UC para la Transformación Educativa, Ernesto Treviño, indicó que el ingreso a la educación superior siempre supone un estrés para los estudiantes y sus familias, por lo que considera necesario que el Mineduc dé a conocer cuanto antes las orientaciones sobre los ajustes que sufrirá el proceso.
Sin detalles
Consultado sobre esta materia, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, sólo señaló que debido a que este ha sido un año distinto, el proceso de acceso también lo será, no entregando detalles.
En el entendido que las clases presenciales no se retomarán antes de agosto, según señaló el nuevo ministro de Salud, Enríque Paris, existe una alta probabilidad de que la rendición de la PSU de transición, deba fijarse para enero del próximo año, tal como ocurrió este 2020, por el estallido social.