Los parlamentarios precisaron que solicitaron al Presidente de la República, Sebastián Piñera, “adelantarnos y tomar medidas ahora”, porque de otra manera “será muy difícil contener el avance de esta pandemia”.
Los senadores Carmen Gloria Aravena y Manuel José Ossandón pidieron al Gobierno extender la entrega del Ingreso Familiar de Emergencia al menos por seis meses, considerando la gravedad de la pandemia de covid-19 y la incertidumbre respecto de cuánto va a durar.
Los parlamentarios precisaron que solicitaron al Presidente de la República, Sebastián Piñera, “adelantarnos y tomar medidas ahora”, porque de otra manera “será muy difícil contener el avance de esta pandemia”.
La senadora Aravena afirmó que “ya se han resuelto acciones para ir en apoyo de las familias más vulnerables, pero claramente el panorama nos exige multiplicar los esfuerzos y aumentar en tiempo y cobertura dichas ayudas”.
Ossandón, en tanto, sostuvo que “probablemente es cierto que no hay que tirar toda la carne a la parrilla (como ha dicho en reiteradas ocasiones el ministro de Hacienda, Ignacio Briones), pero sin duda hay que tirar mucha más, pues la situación nos ofrece nuevos y crecientes desafíos a cada momento”.
Ambos coincidieron en que “para que las personas puedan realmente cuidar su salud, el Estado debe hacer un esfuerzo gigantesco, potenciar las residencias sanitarias para aislar y combatir el hacinamiento, y programar ayuda económica para las miles de familias que están en cuarentena o han visto afectados sus ingresos productos de todos los efectos de esta crisis”.
Los parlamentarios precisaron que la extensión de subsidios debe ser para las familias vulnerables “y en ese concepto hoy se debe considerar a muchísima más gente que hace dos meses”.
A propósito, indicaron que “a lo que se tiende naturalmente es a centrar la ayuda en los sectores más vulnerables, pero esta crisis está afectando a todos los sectores y por eso supone un gran dilema que entre todos tenemos que saber dilucidar”.
Los senadores aludieron a una encuesta de la Cámara Nacional de Comercio, que arrojó que un cuarto de las empresas del comercio se encuentra en estado crítico. “Eso -plantearon- nos obliga a pensar en ayudas mucho más amplias que acotadas, porque para reactivar la economía se requiere que todos recuperen la capacidad de consumir bienes y servicios.”