El pasado miércoles, la Sociedad de Fomento Fabril oficializó el nuevo Comité Ejecutivo que acompañará a Bernardo Larraín, titular de la entidad, por el resto de su ejercicio al mando de la SOFOFA. En su equipo, figura Daniel Llorente, presidente de la CORPROA, quien hasta antes de la fecha mencionada ocupaba el cargo de consejero regional del gremio nacional.
“En los momentos malos es cuando hay que estar disponible. Hoy los gremios deben asumir la función de apoyar con su esfuerzo, sus ideas, su flexibilidad, capacidad de organización, trabajo en equipo y su posición independiente. Un gremio debe ser una voz confiable a la ciudadanía, debe velar por sus asociados, sus colaboradores, sus comunidades, en un marco de respeto, solidaridad y amor por Chile”, sostuvo el líder empresarial de Atacama tras ser convocado como consejero gremial.
Respecto a por qué decidió asumir este cargo en medio de una crisis, Llorente fue claro: “Cuando uno representa a los gremios es porque entiende que te toca servir a los demás en esta vida, entiende que es en los momentos malos cuando hay que estar disponible, en mi caso presido un gremio en una región que normalmente se ve complicada por diversos factores, una región generosa que aporta mucho al país. No obstante, tiene muchas carencias las que deben ser superadas con el trabajo de todos, lo que constituye en sí, en un gran ejercicio para superar las crisis, para mi es un honor ser considerado, mas aún en tiempos complejos, vine a colaborar con nuestro gremio y con la gestión de su presidente”.
Larraín por su parte, dijo que estos cambios se deben principalmente a “una reflexión consensuada con quienes dejan de integrarlo, asociada a que en instituciones como Sofofa es fundamental que sean muchos quienes se activen y comprometan en distintos momentos. Sólo así es posible compatibilizar el rol gremial con el irreemplazable rol empresarial que nuestros consejeros tienen”.
Junto a ello, el presidente del gremio nacional hizo un llamado a actuar y proponer iniciativas en tres espacios: primero, la emergencia sanitaria, económica y social actual; segundo, la recuperación económica y social que se necesitará; y tercero, los desafíos de largo plazo en los ámbitos económico-social y político-institucional que habrá que enfrentar.
“Los cambios que estamos viviendo desafían al Estado, sus instituciones y regulaciones, como también a las empresas y a la sociedad civil”, señaló Larraín, quien agregó que la agenda de su último año liderando el gremio “integra un importante componente de adaptación a este nuevo contexto”.