Para su candidatura al Consejo Regional de Atacama, en 2017, Rebeca Torrejón presentó ante el Servicio Electoral (Servel) una licencia de estudios de Enseñanza Media ideológicamente falsa para cumplir con las exigencias mínimas que requiere el cargo. Fiscalía recibió en su momento todos los antecedentes, antes que ella asumiera el cargo en 2018, y la PDI comprobó incluso con sus excompañeras que nunca egresó de cuarto medio. Pero la causa en su contra por falsificación y uso malicioso de instrumento público lleva 2 años desformalizada. A nivel político, en tanto, ha jugado un rol clave entre sus pares -principalmente en la oposición- y ninguno de ellos se ha decidido a pedir su destitución ante el Tribunal Electoral Regional (TER).
Rebeca Torrejón Sierra, el domingo 13 de diciembre de 2017, tuvo una tarde memorable: con 1.845 votos (7,26%), la candidata de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) consiguió ser electa como consejera regional de Atacama en representación de la Provincia de Huasco.
Y fue una victoria de dientes apretados. Sólo 90 votos privaron de la reelección a su contendora del Partido Socialista (PS), Yasna del Portillo Godoy. Y también dejó atrás a su compañero de lista, Sergio Iribarren Cárdenas (FRVS), quien obtuvo ese día 1.302 votos (5,12%).
Precisamente estos dos candidatos, a principios de 2018 y tras el triunfo de su contendora, pusieron en jaque a la entonces consejera electa, lo que derivó en ese entonces en una querella de la Municipalidad de Vallenar, a la que el propio Iribarren se sumó también el 4 de diciembre pasado. Ambas apuntan a los mismos delitos: falsificación y uso malicioso de instrumento público.
Todo comenzó en 2014, cuando Torrejón solicitó un certificado anual de estudios, donde figura como alumna promovida de cuarto medio en 1975. El documento fue emitido el 30 de diciembre de ese año, el cual lleva el nombre y timbre de Francisco Martínez Abarca, en ese entonces director del Liceo Pedro Troncoso Machuca de Vallenar (A-7), cuyo recinto en la época de Torrejón también era conocido como Liceo de Hombres de Vallenar (en la jornada diurna) y Liceo Nocturno de Vallenar (en la jornada nocturna).
En 2015, un año más tarde, obtuvo también la respectiva Licencia de Enseñanza Media, también con la firma y timbre del director del establecimiento, supuestamente en base al Registro N°90 de 1975.
Precisamente esos documentos fueron los que presentó la actual consejera regional al Servicio Electoral (Servel), el 9 de agosto de 2017, para registrar su candidatura al Core. Un requisito fundamental, pues el cargo exige tener Enseñanza Media completa.
Y tras su triunfo en diciembre, empezaron los cuestionamientos. Según Yasna del Portillo, el asunto era un secreto a voces a nivel local e incluso era conocido en la interna del FRVS, tanto por la directiva, sus compañeros de lista y el propio diputado Jaime Mulet, que en la zona es considerado el “padrino político” de Torrejón.
Así las cosas, rápidamente se destapó el caso. La falsificación del certificado empezó a quedar en evidencia a inicios de 2018, cuando la Dirección Provincial de Educación del Huasco le solicitó información del caso -mediante un oficio- al director del liceo.
Martínez empezó a indagar en los registros y el 11 de enero de ese año contestó el requerimiento a la directora (s) del organismo, Sandra Pizarro Cisternas: “Rebeca Torrejón Sierra no figura en el listado oficial de los cursos, por lo tanto no es alumna licenciada”, señaló en el documento de respuesta.
El titular del establecimiento, 5 días después, dio cuenta de la irregularidad a su jefatura directa, mediante un ordinario dirigido a Óscar Tapia Vera, director (s) del Departamento de Educación Municipal de Vallenar (DEM). Y entregó más detalles: no apareció en las actas como egresada en 1975, pero ese año sí figura como alumna de primero medio de la jornada nocturna. De modo que es imposible que hubiera egresado de la Enseñanza Media antes de 1978.
La triquiñuela fue aún más evidente 7 días después, tras una solicitud de transparencia que realizó Del Portillo al Ministerio de Educación. Tras revisar los registros de 1975, el Mineduc respondió que “el Liceo de Hombres de Vallenar cuenta con 52 alumnos egresados, mientras que el Liceo Nocturno de Vallenar cuenta con 31 egresados en ese periodo. Por lo tanto no hay registro N°90”. De este modo, si dicho registro no existe, el certificado que presentó es ideológicamente falso.
Aún así, en febrero de 2018, cuando se empezaron a hacer públicos los primeros antecedentes, Mulet fue su más férreo defensor: “Ella me ha dicho que ese certificado es auténtico y no tengo por qué dudar”, aseguró a la prensa local en ese entonces.
El engaño de la jefa de campaña
Tras percatarse del asunto, Francisco Martínez, entonces director del liceo, admitió al DEM que los 2 documentos que presentó Torrejón ante el Servel son fraudulentos. Y si bien él estampó en ellos su firma y timbre, fueron mal confeccionados, aseguró.
Se autodenunció, entregó todos los registros y declaró ante Fiscalía y la PDI, quienes iniciaron una indagatoria en febrero de 2018. Según explicó, la elaboración de los certificados estaban entonces a cargo de 2 funcionarios del liceo: Guillermo Hormázabal Díaz y Mónica Muñoz Trujillo, secretaria de la dirección.
En la práctica eran ellos quienes constataban en los registros la pertinencia de las solicitudes de los ex estudiantes. Actualmente Martínez admite que se equivocó en colocar su firma, pues en diciembre -como es habitual en esas fechas- le pasaron cerca de 1.200 certificados y “entremedio iba uno que la secretaria colocó. Hay que decirlo claramente”, subrayó en conversación con BioBioChile.
Tiempo después entendió por qué hizo eso. Muñoz era cercana a Torrejón e incluso fue jefa de campaña de la actual core en su fallida candidatura a concejal de Vallenar en las elecciones municipales de 2016, en las que obtuvo apenas el 3,55% de los votos, y para cuya postulación también presentó los mismos documentos fraudulentos.
Al menos eso dijo el propio Mulet en 2018: “El certificado que se presentó en su candidatura, fue el mismo que se presentó en la candidatura anterior a concejal cuando ella compitió por otro partido”.
En su momento, el director exigió explicaciones a los funcionarios. Hormazábal respondió que él había desestimado la solicitud inicialmente tras verificar que no había egresado. La secretaria, en cambio, jamás dio explicaciones.
Según Martínez, cercanos a Torrejón -a los que no quiso identificar- se acercaron a él en su momento para intentar bajar el perfil al asunto, pero entonces ya era tarde, pues semanas antes había entregado todos los antecedentes.
En agosto de 2018, la investigación de la PDI arrojó nuevas luces. Los detectives contactaron a 2 de sus compañeras de curso, quienes recordaban a Torrejón de esa época, pero cursando segundo medio. Una de ellas aseguró que de un día para otro no volvió más. De hecho, repitió ese curso, y por lo mismo sólo registra aprobado su paso por primero medio en 1975.
Investigación entrampada
Y pese a que los antecedentes son prácticamente inequívocos, la causa aún no termina su trámite. A la fecha la investigación está en curso, aún desformalizada y, según indicó Fiscalía, con diligencias en desarrollo e “importantes avances”.
“En tanto, otras se mantienen en compás de espera ante la actual situación sanitaria, trabajo investigativo que se lleva a cabo con personal de la Bridec de la PDI Atacama. Una vez reunido todo el material y los antecedentes suficientes se procederá a avanzar hacia la judicialización de esta causa”
Lo último que se supo del caso en tribunales fue en diciembre pasado, cuando el juez de Garantía de Vallenar, Daniel Herrera Marín, ordenó a la Fiscalía reportar los antecedentes de la causa al Consejo de Defensa del Estado en Copiapó.
A nivel político tampoco han habido consecuencias. Torrejón sigue en el cargo, pese a que las irregularidades fueron denunciadas un mes antes que asumiera en marzo de 2018.
De acuerdo a fuentes de BioBioChile, ha tenido un rol clave al interior del Consejo Regional de Atacama, pues su voto ha desequilibrado la balanza en favor de la oposición durante 2 años consecutivos, dando paso a la presidencia de Javier Castillo (PC) y Ruth Vega (PS). Esta última, que asumió en marzo pasado, ha reconocido a cercanos que el apoyo de Torrejón fue clave y que le preocupa una eventual destitución de la cuestionada consejera, pues podría de paso anular el nombramiento que la dejó a la cabeza del Core.
Yasna del Portillo intentó en febrero pasado, a 2 años del caso, entregar los antecedentes al Tribunal Electoral Regional (TER) de Atacama para avanzar hacia la remoción del cargo, pero recibió un portazo, pues sólo los consejeros regionales pueden impugnar el nombramiento.
Pero estos últimos no parecen interesados. “No nos corresponde a nosotros pronunciarnos al respecto, la consejera está trabajando bastante bien en el consejo. Es una situación que en su minuto revisó el TER y resolvió”, respondió escuetamente la presidenta del Core, consultada sobre el tema, segundos antes que se cortara el contacto telefónico. No obstante, a la fecha, ningún consejero ha presentado un reclamo al respecto y en el registro del tribunal no figura solicitud alguna sobre el asunto.
Pero aunque una presentación de esa naturaleza tuviera éxito ante el TER, el panorama es incierto. Por un lado, si Torrejón es destituida se cree que debería asumir Sergio Iribarren, su compañero de lista. Pero también podría ser que el tribunal anule la votación e invalide el pacto, de modo que podría asumir Yasna del Portillo. La ley que rige a los consejeros regionales es nueva, de 2013, y está sujeta a interpretaciones.
Como sea, Torrejón sigue inamovible. Y requerida sobre sus acciones, declinó referirse al tema: “Yo no puedo dar ninguna información”, aseguró.