Exigen a la autoridad política que revise los términos de los servicios pactados al entregar esta concesión, y de no cumplir con estos estándares mínimos, aplicar las sanciones máximas correspondientes.
Las Centrales Unitaria de Trabajadores (CUT) provinciales de la III Región, en representación de los trabajadores en su calidad de clientes y consumidores de servicios básicos como electricidad, emitieron un comunicado este fin de semana para denunciar el deterioro en la calidad del servicio.
De acuerdo con el gremio, la poca inversión en equipamientos nuevos y la escasa mantención en las líneas y redes de la región por la concesionaria de la Compañía General de Electricidad (CGE), empresa que es controlada por la multinacional, ha provocado diversos cortes y caídas de energía.
Para ellos, esto deja en evidencia que no se han respetado los principios básicos de dicha concesión, al puto que “ni siquiera pueden mantener una mínima calidad en el suministro eléctrico”, lo que afecta a muchos estudiantes y trabajadores de la región, quienes -debido a la contingencia sanitaria- están obligados a hacer sus responsabilidades en modo de teletrabajo.
“Es nuestro deber exigir a la autoridad política que revise los términos de los servicios pactados al entregar esta concesión, y de no cumplir con estos estándares mínimos, aplicar las sanciones máximas correspondientes, agravando efectivamente con las respectivas multas por no dar el servicio comprometido”, reza el comunicado.
Al mismo tiempo solicitaron a Iván Lillo, superintendente de Servicios Eléctricos Regional, fiscalizar a la compañía para constatar estos eventos, ya que están convencidos que se debes a “la nula inversión en mejoras de las antiguas y obsoletas instalaciones, agravándose aún más, por los múltiples despidos de la mayoría de su personal técnico calificado y de alta experiencia”.
A propósito de esto, aseguraron que, en su reemplazo, el mantenimiento se ha hecho por parte de una empresa externa como Tecnet, multinacional de origen español, que “ha demostrado no tener las competencias técnicas necesarias, ni el personal calificado para la mantención de los equipos”.
“Tenemos la firme convicción de que estas empresas deben ser estatales, con un alto estándar técnico y tecnología de última generación que garanticen un servicio adecuado, que es lo que merecemos los consumidores”.